Julio regalado

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Hola.

Recién acabamos de enterarnos que en la barra de Chicontepec, Veracruz, en una superficie de 365 kilómetros cuadrados, existen seis pozos petroleros (Humapa, Miquetla, Soledad, Matitlán, Pitepec y Mihuapan) con resevas totales 3P (es decir, probadas, probables y posibles) por cerca de 500 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Sin embargo, tal cual si fuera una promoción de una tienda departamental, en vez de que PEMEX asumiera su tarea de extraer, procesar y vender ese petróleo, el 20 de diciembre de 2012 (apenas 20 días después de que Peña Nieto asumiera la Presidencia de la República) se puso en licitación esos campos, en forma de “bloques”, para que empresas privadas extraigan ese petróleo. Así, Halliburton (estadounidense), Operadora de Campos DWF (de la trasnacional suizo-americana Weatherford International), y Petrolite (de la estadounidense Baker Hughes) obtuvieron el beneplácito de PEMEX para obtener los Contratos Integrales para Exploración y Producción para Chicontepec.

Conforme lo dicho por Peña Nieto, que ni PEMEX ni el petróleo en el subsuelo (dado que este sigue siendo propiedad de PEMEX, sólo que ahora PEMEX alegando una incapacidad inexistente para extraerlo se lo concesiona a privados) no están siendo privatizados (en teoría), pero en realidad si se está entregando en la práctica el petróleo y la industria petrolera, que es el proceso productivo, y ahora desde la génesis del mismo (confirmando lo antes dicho en este blog en el ‘ABC de la privatización petrolera’, 25 de junio de 2013, http://blog.hglc.asp25.com/?p=2174).

Valdría la pena aclarar que la falta de inversión, el atraso tecnológico y los excesivos impuestos que paga PEMEX fueron deliberadamente planteados por los gobiernos neoliberales priístas y panistas, para poder reprivatizar el sector energético que, desde la misma expropiación, han ambicionado las grandes empresas petroleras trasnacionales.

En este sentido, gran parte de la justificación de los gobiernos neoliberales para privatizar la industria petrolera ha sido el tema de las aguas profundas, en las cuales “PEMEX no tiene ni la capacidad ni la infraestructura para extraer ese petróleo”. Incluso, emplearon sofismas como el ‘efecto popote’, donde argumentaban que los pozos petroleros del Golfo de México estaban compartidos (en el subsuelo) con las aguas territoriales de USA, y que mientras ellos extraían el petróleo, nosotros simplemente no podíamos sacar nuestra ración porque no dejábamos entrar a la iniciativa privada al ramo petrolero.

Sin embargo, con la adjudicación de esos bloques de territorio en plataforma continental a empresas privadas, se está echando abajo el argumento que la entrada de la iniciativa privada a la industria petrolera era para dotar de tecnología y conocimientos a PEMEX. Nada más falso que eso. Es simple y llanamente el saqueo de la riqueza nacional, y la política de privatización de las ganacias y socialización de las pérdidas.

Lo hecho por el gobierno de Peña Nieto es una privatización abierta, descarada y anticonstitucional del proceso productivo del petróleo, violatorio del espíritu del 27, bajo argumentos legaloides de que no lo es. Y cuando Peña Nieto presente la reforma energética, y se alegue que la entrada de la iniciativa privada es violatoria del 27, harán lo mismo que hicieron cuando aprobaron la reforma laboral: argumentar que sólo legalizarin el outsourcing (que antes estaba prohibido) y que tenía mucho tiempo que se hacía simuladamente.

La apertura de la industria petrolera no es apertura, sino renuncia al sector energético de la economía. Es dejar de realizar una actividad estratégica, que estaba únicamente en manos del Estado, para dejársela a empresarios extranjeros, cuyo capital se lo llevarán fuera del país, y que no beneficiará en nada a México. Por si fuera poco, el precio que estas empresas le cobrarán a PEMEX por algo que podría hacer PEMEX, que es extraer petróleo. Un negocio redondo, sin duda.

Así, la reforma energética sólo será un trámite para legalizar las ilegalidades que está realizando el gobierno de Peña Nieto, porque Julio Regalado ya llegó, y se puso en oferta a precio de regalo la barra de Chicontepec. Más tarde serán los yacimientos del Golfo de México y, finalmente, el petróleo estará en manos privadas extranjeras. Lo malo es que las ofertas de remate de la nación no abarcan sólo la industria petrolera, sino todo lo que está a su alcance.

Saludos. Dejen comentarios.

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