El neoliberalismo de Marcelo Ebrard

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Hola.

En México y en el mundo existen dos proyectos, que se traducen en visones de país y de mundo, y que durante mucho tiempo han disputado su implantación.

El primer proyecto de ellos es un proyecto donde sólo caben unos pocos, donde existe la concentración orgánica de Kapital y de la riqueza, donde sólo unos cuantos deben tener privilegios y disfrutar de ellos a costa de lo que sea (el trabajo de los demás, destrozar el planeta, incluso, pasar encima de quien sea para conseguirlo), en resumen: una visión individualista, egocentrista, teniendo al neoliberalismo en el momento actual como modelo predominante.

El otro proyecto, el que nosotros defendemos, es uno donde caben todos, donde exista la distribución equitativa de la riqueza, donde todos tengamos acceso a lo mismo, sin distinciones, donde cada uno pueda disfrutar del fruto de su trabajo, en resumen: una visión colectiva, teniendo al Socialismo como modelo predominante para conseguir dichos objetivos, aunque existiendo tendencias con sus propios matices que se pronuncian más o menos en el mismo sentido.

El PRD nació con base en dos tendencias: una, la Corriente Democrática del PRI, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez; la otra, la Izquierda tradicional mexicana, que durante mucho tiempo fue clandestina hasta que se le permitió participar legalmente hasta 1977, primero con el Partido Comunista, y después con dos fusiones previas (PSUM y PMS) antes de fusionaras con la Corriente Democrática y así fundar el PRD.

En éste sentido, la Izquierda tradicional mexicana enarbolaba las banderas del Socialismo, y al fundarse el PRD, se hace a un lado en los documentos básicos del Partido ésta premisa básica (sobre todo, porque cuando se funda el PRD está cayendo el Muro de Berlín en Europa), pero muchos no dejaron y no dejamos de creer en el Socialismo como motor de cambio social en México y en el mundo.

Desde entonces han pasado muchas cosas, y muchos personajes han llegado, sobre todo después de 1997, cuando vieron que el PRD era una fuerza política rentable al ganar la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, y comenzó a haber un éxodo de priístas hacia el PRD como nunca antes, éxodo que no se ha detenido y que nos ha traído desde buenos hasta nefastos. El PRD pasó de ser un partido ideológico a uno pragmático, y pasó de tener calidad de sus militantes a cantidad. En esa transición, dos de esos priístas llegaron al PRD en el año 2000: uno de ellos fue Manuel Camacho Solís, y el otro su hijo político: Marcelo Ebrard.

En medio de éste pragmatismo, se comenzó a dejar aun lado la ideología para privilegiar los votos. Las reformas al estatuto durante el VI Congreso Nacional del Partido en 2001 en Zacatecas iban orientadas en ese sentido: se cambió el método de elección de los dirigentes y se pasó de la representación proporcional a la mayoría relativa, lo que es traducido en acrecentar el poder de las corrientes y negociar los espacios disponibles entre ellas.

Así, el Partido comenzó a descomponerse, primero en lo ideológico, y luego en lo estructural. La descomposición comenzó a penetrar en los cuadros del Partido, y comenzó a ser prioritario las cuotas y los espacios por encima del interés social. Así, salvo algunos buenos gobiernos como el de Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal, el de Ricardo Monreal en Zacatecas, o el de Alfonso Sánchez Anaya en Tlaxcala, el Partido tuvo a unas auténticas bestias en las gubernaturas y ayuntamientos que se ganaron, y el descrédito social fue en aumento.

Marcelo Ebrard fue Jefe de Gobierno gracias a que López Obrador lo apoyó incondicionalmente. De otra forma, jamás hubiera llegado ahí. Sin embargo, una vez ahí, Ebrard solamente dio continuidad a los programas sociales iniciados por Andrés Manuel, y bajo ésta máscara comenzó a desarticular mucho del Estado Social y de Bienestar que AMLO había puesto en práctica en la Ciudad, y que se incrementó tras la elección intermedia de 2009.

Así, apoyado por una gran campaña en televisión, y apoyado por el duopolio televisivo, Marcelo comenzó a privatizar todo lo que ha podido para abonar a su campaña presidencial de 2012. Sacó del closet al neoliberal reprimido que ahí había, y comenzó a entregar el patrimonio de la Ciudad a la oligarquía nacional e internacional. Aquí, un pequeño recuento de lo que ha significado el neoliberalismo de Marcelo Ebrard para la Ciudad de México:

  • Intento de privatización del agua en la Ciudad de México (bajo el argumento de que el Sistema de Aguas ya no tiene la capacidad de abastecer el servicio);
  • Arrendamiento de los trenes de la línea 12 a una empresa española, en vez de realizar la compra directa (aquí, cabe señalar que aunque Bombardier -empresa francesa- daba un menor costo de arrendamiento menor, Marcelo se inclinó por CAF);
  • Concesionamiento del fracasado proyecto del tranvía a una empresa española (Marcelo canceló el proyecto por considerarlo inviable, pero la intención era beneficiar a una empresa con el proyecto). Sin embargo, el tema ha sido revivido hace algunos días, al asegurar que la línea 1 del Metrobus será inviable en 10 años, y que se necesitará otro transporte, curiosamente sugirieron el tranvía;
  • Intención de concluir el segundo piso del Periférico de San Antonio al Toreo, pero bajo el esquema utilizado por Peña Nieto del lado del Estado de México (es decir, con cuota, y concesionado curiosamente a la misma empresa española que construyó el segundo piso del lado del Edomex, del Toreo a Perinorte -OHL Concesiones-), a diferencia del construído por López Obrador de San Antonio a Las Flores, que es gratuito;
  • La construcción de la mal llamada Supervía, a la cual se han opuesto vecinos de las delegaciones afectadas y varios diputados del PRD de la ALDF, la cual fue asignada por vía directa y no por licitación a Controladora Vía Rápida Poetas, en la cual tiene participación (nuevamente) OHL Concesiones, así como las empresas Inmobiliaria Copri y Constructora Atco, filial de Copri, la cual dañará un sinfín de áreas protegidas boscosas, así como uno de los únicos ríos que quedan vivos en la Ciudad;
  • El control de ADO (una de las empresas de transporte más nefastas que existe en México por sus prácticas monopólicas en contra de sus pequeños, medianos y grandes competidores) de la línea 3 del Metrobus, lo cual le quitó su esencia a éste sistema de transporte, el cual era conformado por Capital del Gobierno del DF y de las rutas concesionarias de transporte que son removidas de la ruta;
  • Una empresa paraestatal casi secreta del GDF llamada “Calidad de Vida”, que se dedica a hacer “proyectos de conversión” con la Iniciativa Privada, que en la práctica es privatizar cosas que son patrimonio público, como la intentona de poner plazas comerciales en las principales estaciones del metro (es decir, las de mayor afluencia) similares a las existentes en el Tren Suburbano, pero cuyo dueño no sería el Sistema de Transporte Colectivo Metro, sino algún particular;
  • El regalazo que hizo de Atzcapotzalco a Guillermo Salinas Pliego, al regalarle tres terrenos que suman 16.5 hectáreas: el primero, de 8.5 hectáreas en Santa Bárbara, para construir el centro de espectáculos “Arena Ciudad de México”; el segundo, de 7.2 hectáreas del Deportivo Reynosa y la Alameda Norte, para construir el “Foro-Estadio Azcapozalco”; y el tercero, de 1.2 hectáreas en la Unidad El Rosario, para construir la Universidad CNCI (Reforma, Martes 22 de febrero de 2011, Portada).
  • Todo lo anterior nos hace pensar y reflexionar: ¿Realmente vale la pena abanderar a una persona así como candidato de la Izquierda, que realiza acciones contrarias a nuestro propósito, y que se empeña en privatizar y regalar lo que no es suyo?

    Poniendo las cartas sobre la mesa, realmente no existe diferencia alguna entre Peña Nieto y Marcelo, salvo el Partido. Y en ese entendido, si Ebrard es el candidato del PRD en 2012, definitivamente no apoyaré dicha candidatura y me pondré a, como alguna vez se me sugirió, “vestir perritos”.

    Los hechos están ahí. Realmente anhelo que López Obrador rectifique, porque de otra forma, en 2012 no habrá candidato de Izquierda y, realmente, la pelea será únicamente entre proyectos personales, porque la derecha estará totalmente sobrerrepresentada en las urnas.

    Veremos qué pasa, pero por el bien de todos, que Marcelo no sea candidato. Y aprovecho para reiterar mi posición, que es inamovible: NO A LA CONSTRUCCIÓN DEL FORO-ESTADIO EN ATZCAPOTZALCO.

    Saludos. Dejen comentarios.

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