Crónica de una elección perdida

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TELERID, CCH Atzcapotzalco, Mayo de 2005

El fracaso del PRD en la pasada elección para Gobernador en Hidalgo no fue obra de la casualidad ni de la generación espontánea. De hecho, tampoco está relacionado con las elecciones que se habían celebrado dos semanas antes en Baja California Sur, Guerrero y Quintana Roo, donde el PRD mantuvo la primer gobernatura y le arrebató al PRI la segunda de una forma contundente, mientras que en la tercera aumentó su votación considerablemente en el estado quedando como muy buena segunda fuerza política con un 33%, la más alta para éste instituto político en el Estado. La derrota en Hidalgo se debió a diversos factores que enunciaré a continuación.

José Guadarrama Márquez nació en Jacala de Ledesma, Hidalgo. Ocupó diferentes puestos en el PRI y en el Gobierno del Estado, así como importantes cargos de elección popular, entre los que se encuentran Senador de la República en la LVI y LVII Legislatura. Es precisamente en éste cargo donde decide buscar la gobernatura del Estado por primera vez, contendiendo contra Manuel Ángel Núñez Soto, actual gobernador saliente, siendo gobernador del Estado Jesús Murillo Karam.

Por dedazo o por fraude, Manuel Ángel “ganó” la elección interna del PRI, a lo que Guadarrama se opuso, finalizando con lo que sería su salida del PRI y de su organización, el Frente Democrático Hidalguense (FDH), manteniéndose “apolítico” durante algunos años, pero siempre apareciendo en los medios locales “golpeando” al gobernador del estado. Así mismo, Núñez Soto comenzó una campaña en contra de Guadarrama en todos los medios oficiales y en los “chayoteros”, incluyendo, desde luego, la que es considerada la “Biblia” de la información en el estado, el “Sol de Hidalgo”.

Durante la gestión de Amalia García como Presidenta Nacional del PRD, tuvo acercamientos con éste instituto político que derivaron en la operación política de éste distinguido “mapache” en la elección de Lázaro Cárdenas Batel, frenando los operativos que tenía preparado el PRI para la elección y días antes. Fue así como Guadarrama comenzó a ocupar un lugar importante en el PRD en el Estado.

Su acercamiento con la corriente “Nueva Izquierda” durante la administración de Rosario Robles derivó en la imposición de candidatos a Diputados Locales Uni y Plurinominales en la elección Local de febrero del 2002, así como en la pérdida del registro de los candidatos a Presidentes Municipales en 23 municipios en noviembre del 2002, en complicidad con la UNTA (Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, cuyo dirigente estatal es Isidro Pedraza) y en la imposición de los candidatos a Diputados Uninominales en los 7 distritos que conforman el Estado de Hidalgo con miras a la elección de Julio del 2003, que por cierto jugaron un papel intrascendente en la elección.

Para octubre del 2003, fecha en que comenzó a discutir el Comité Ejecutivo Nacional del PRD el cambio de dirección en el Estado, comenzó a circular el rumor de que el Diputado Local Manuel Hernández Badillo, que había sido palomeado por José Guadarrama para ocupar la dirección estatal y que a su vez le habría de abrir el camino a la candidatura a la gobernatura, sería el próximo Presidente Estatal del Partido durante poco más de un año, de diciembre del 2003 a marzo del 2005. En efecto así fue.

Manuel Hernández Badillo fue apoyado por Guadarrama y por Nueva Izquierda por ser una persona manejable, el cual tuvo siempre la marca personal de Nabor Rojas Mancera, ahijado político de Guadarrama. Todas las decisiones al interior del Partido eran consultadas al “Profe”, ya sea por Manuel o por Nabor. Cuando el resto de las expresiones mostraban su desacuerdo en las reuniones del Comité, el FDH, NI y la UNTA mayoriteaban a la “chiquillada”, imponiendo la línea proveniente de Guadarrama.

Cuando en abril del 2004 se destapa Guadarrama oficialmente como precandidato, por cierto, externo, pues nunca quiso afiliarse al PRD, el FDH promueve la renovación de Comités Municipales del Partido en el Estado, con una convocatoria amañada, pues al no estar afiliada la gente del FDH al PRD, abren la elección cuando el Estatuto del Partido menciona que éstas deben ser cerradas, es decir, únicamente los afiliados que aparezcan en el Padrón del Partido pueden votar.

Debido a la oposición de ciertas corrientes al interior del Partido, se decide hacer la revisión de la convocatoria. Sin embargo, Nabor toma la decisión de publicar la convocatoria amañada, pues realizando ésta acción maniataba al Partido a nivel Estatal y Nacional al impedir una rectificación de la misma. Sin embargo, 14 de los 84 municipios en la elección los pierde el FDH, contando entre los importantes Mineral de la Reforma, Tulancingo y Actopan.

Sin embargo, esto no impidió que para octubre y noviembre del 2004 se presentara al CEN como uno de los cuatro precandidatos a la gobernatura del Estado. Expresiones como REDIR dirigida por Francisco Patiño y los precandidatos Antonio Salim, del Barzón, Ricardo Baptista y Miguel Ángel Peña impugnaron ante el Tribunal Electoral la posible candidatura e imposición de José Guadarrama. Sin embargo, José Guadarrama fue nombrado candidato del PRD en el Estado.

El primer revés a la candidatura de Guadarrama fue cuando Comité Ejecutivo Nacional del PRD, en noviembre del 2004, al conocer el “negro” historial del “Profe”, entre los que se encontraba la autoría intelectual del presunto asesinato de una decena de perredistas, arrebató la candidatura a José Guadarrama Márquez. Guadarrama, entonces, acudió con Dante Delgado, presidente nacional de Convergencia por la Democracia, partido del cual salió candidateado días después.

Sin embargo, es en ése momento cuando la candidatura de Guadarrama obtuvo su segundo revés, al rechazar el Instituto Estatal Electoral el registro “por no haber seguido los procedimientos estatutarios de elección de candidato” por parte de Convergencia. Mientras tanto, el PRD se debatía entre continuar con la candidatura de José Guadarrama o no participar en el proceso electoral. Leonel Godoy se opuso por completo al conocerse la campaña de pintas hecha por el FDH en todo el Estado con mensajes como “Godoy: Puta de Núñez Soto”, así como un altercado que tuvo con la gente del FDH en Monterrey 50, sede nacional del PRD en la Ciudad de México, cuando fueron a manifestarse en pro de la candidatura de Guadarrama y al ver salir a Leonel Godoy y Carlos Navarrete intentaron golpearlos físicamente.

El CEN del PRD, pese a todo esto, volvió a aceptar la candidatura de José Guadarrama, pero una semana después la volvió a retirar al iniciar una huelga de hambre el diputado local Lázaro Bernardino. Sin embargo, los tiempos para registrar candidato se acababan y al no haber candidato, el CEN del PRD decidió, por una apretada mayoría, registrar a José Guadarrama como candidato.

José Guadarrama, en ése momento, se sintió “Mesías”. Apartó a la estructura del PRD en Hidalgo y la operación política la realizó el FDH. Los puestos estratégicos, de igual forma, los ocupó su gente pese a la poca capacidad de algunos de sus cuadros políticos. Salió muy sobrado a la contienda electoral pensando que con el nombre y su golpeteo al Gobierno de Manuel Ángel durante seis años bastarían para ganar la elección, pero no fue así.

El CEN del PRD, por su parte, dejó “morir solo” a Guadarrama. Se volcó en torno a las elecciones de Guerrero, Baja California Sur y Quintana Roo, acudiendo durante éste período esporádicamente Carlos Navarrete, Secretario General del Partido. Para el cierre de campaña en Huejutla, buscó que Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas lo acompañaran, sin embargo, ni siquiera aceptaron la invitación. Por su parte, Amalia García había aceptado la invitación, pero finalmente no fue al evento. Solamente acudieron al acto Leonel Godoy y Carlos Navarrete. El PRD en el Estado, por su parte, al verse apartado por “su candidato”, se preocupó más por la sucesión en la dirigencia estatal y en la elección interna que en seguir haciendo campaña para Guadarrama.

El día de la elección, hubo representantes del Partido en las mesas directivas de casilla, sin el conocimiento suficiente como para detectar las “mapacherías” del PRI. En otras casillas, ni siquiera se presentaron los representantes del Partido, dejando el plato servido para que el PRI rellenara las urnas con votos a favor de su partido. El PREP, dejando serias dudas de su imparcialidad y veracidad, pues en 3 distritos donde iba ganando el PRD las diputaciones, San Agustín Metzquititlán (distrito 9), Tenango de Doria (distrito 10) y Jacala de Ledesma, tierra de Guadarrama (distrito 17), pasadas las 9 de la noche, comenzaron a tener un comportamiento electoral atípico, pues dejaron de contarse votos a favor del PRD y comenzaron a fluir más votos a favor del PRI, al extremo que la votación de éste último partido se duplicó con respecto a la del PRD. Después, la votación comenzó a fluir nuevamente de forma normal. Todo esto corroborado a través de Internet en el portal del Instituto Estatal Electoral.

Para el PRD, la votación no fue tan mala: 29%, la segunda mejor votación en la historia de éste partido en Hidalgo, solamente después de la elección de 1997, donde el PRD obtuvo el 33% de los sufragios, posicionando a éste partido como la segunda fuerza política en el estado. El PAN, ni hablar. Todo un desastre, con el 11% de la votación, cuando era la segunda fuerza política en el Estado. Sin embargo, la forma en la que el PRI ganó la elección fue contundente y aplastante, pues obtuvo el 52% de los sufragios, 33% arriba del PRD, ganando los 18 distritos locales, e ilegitimizando a Guadarrama nuevamente.

Ni hablar. No era buen candidato el del PRI, pero Guadarrama se desgastó de forma excesiva en su búsqueda por la candidatura deseada y, hasta cierto punto, obsesionada. Por lo pronto, Núñez Soto va ganando dos a cero a Guadarrama.

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