El que a encuesta mata, a encuesta muere

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Hola.

Hoy pensaba hablar del alza en el pasaje en el Estado de México, pero creo que eso lo dejaré para mañana…

El día de hoy me encontré -buscando en internet una nota en relación a la ruptura de la alianza del DIA con el PAN, pero no supe en qué estado- una nota en El Universal y en Milenio hablando de una conferencia de prensa de Guadarrama y Francisco Xavier diciendo que romperán la alianza con el PAN, debido a que (según sus argumentos) “quieren favorecer a Xóchitl Gálvez para ser la candidata de la Coalición ‘Hidalgo nos une'”. Definieron el proceso de elección de candidato como “un cochinero” y acusaron a Manuel Camacho Solís y a la dirección del PRD de querer efectuar un madruguete.

Nada más falso que eso.

Para empezar, Guadarrama no tiene facultades para romper la alianza con el PAN en Hidalgo. Francisco Xavier sí, porque es el dueño de la franquicia de Convergencia en Hidalgo, pero Guadarrama no. ¿Porqué Guadarrama no tiene injerencia en éstas decisiones? Pues porque, en primer lugar, Guadarrama no es afiliado al PRD; en segundo lugar, Guadarrama no es Consejero, ni Congresista, ni nada en el Partido. Además, su corriente, el Frente Democrático Hidalguense (FDH) votó a favor de la alianza en el Consejo Estatal, e incluso inscribieron precandidatos a diputados locales en éste proceso electoral.

Continuando con ésto. Se dijo que los precandidatos inscritos tendrían que, en primera instancia, buscar un consenso y, a falta de éste, levantar una encuesta con una encuestadora en la que todos quedaran de acuerdo. Eso venía en el acuerdo de Coalición y en la convocatoria, y todos aceptaron (incluyendo a Francisco Xavier y a Guadarrama). ¿Qué pasó después? Que citaron a las encuestadoras, a las dirigencias nacionales y estatales de los partidos, y a los candidatos. Entonces Guadarrama dejó plantados (por lo menos en una ocasión) a Xóchitl, a Francisco Xavier, a Jesús Ortega y a las encuestadoras para definir quién haría la encuesta, conocer la metodología y saber de qué forma la aplicarían.

¿Cuál es el asunto entonces? Pues que Guadarrama (con ayuda de Gobierno del Estado) montó una campaña en los medios de comunicación locales (incluyendo los gubernamentales) para promocionar su imágen y autoproclamarse “Candidato de la Coalición Opositora” (pues así lo nombraban en los medios), además de distribuir volantes, realizar perifoneos, y realizar cuanta propaganda quiso hacer, por supuesto violando la propia convocatoria y el acuerdo entre partidos.

En dicha campaña Guadarrama, ayudándose de los medios, generó la idea de que él sería el candidato de la coalición opositora, con la mira puesta en que, una vez que llegara éste momento, descalificara el proceso, como ya lo hizo (e, incluso, mencioné ésto en http://blog.hglc.asp25.com/?p=1133 hace algunas semanas previendo lo que se venía, pues ésta película ya la habíamos visto en el PRI con el mismo Guadarrama hace 12 años).

En lo que toca a Francisco Xavier, ya en alguna ocasión había sido esquirol del PRI haciendo el mismo papel, cuando en 1999 rompió también la alianza PAN-PRD (estando él en el PAN) que iba a postular a Miguel Ángel Granados Chapa como candidato de la Coalición opositora.

¿Cuál es el diagnóstico de todo ésto? Pues que como Guadarrama sabe que no va a ser el candidato (incluso, lo sabía desde meses atrás, pues sabe perfectamente que todo Hidalgo lo repudia) ahora busca descalificar el proceso. Sabe que no puede romper la alianza, pero podría acusar a medio mundo de estar violando la voluntad de los hidalguenses (si, de los hidalguenses que reciben algo de él, porque el resto lo repudia). ¿A quién le conviene todo ésto? Obviamente al Gobernador, al PRI y a Peña Nieto.

Finalmente, existe algo tangible. Guadarrama y Francisco Xavier tuvieron encuestitis. Francisco Xavier estuvo repartiendo en todos los domicilios del estado una tarjeta de cartón del tamaño de una ficha bibliográfica donde ponía una encuesta de una encuestadora patito que nadie conoce, y que le daba el 47% de preferencias a él, luego otro tanto a Guadarrama, y Xóchitl aparecía como la candidata más baja. Guadarrama, por su parte, presionó para que, de los 5 suspirantes a Gobernador del PRD, el que saliera como propuesta fuera electo por encuesta.

Sin embargo, una vez que ya vieron la de a de veras, le entraron primero al juego de la simulación, y luego de la descalificación. Pero como bien lo definió Ricardo Gómez: El que a encuesta mata, a encuesta muere.

Saludos. Dejen comentarios.

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