Up and Coming Tour México 2010

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Hola.

El día de ayer fue el primer concierto de Paul McCartney en México. Y, a diferencia de 1993 y 2002, ahora si fui. Realmente fue una experiencia maravillosa, inolvidable. Fue una experiencia única. La mejor de mi vida. Viví en carne propia una cuarta parte de lo que fue la Beatlemanía en los 60’s. Y es en serio. La Beatlemanía te envuelve, te transforma. Hace que grites, bailes, brinques, te histerices. Hace que sientas la energía de toda una época (como dice el slogan del Club de los Beatles).

Llegué a las 7 de la noche al Foro Sol. No estaba ni al 10% de su capacidad. No me tocó la muchedumbre arremolinada por entrar, ni tampoco las grandes filas para entrar al inmueble. Me senté en mi asiento (Sección Naranja, Pasillo B-13, Fila 12, Asiento 7), o bueno, lo que dicen que es un asiento, que es más bien es vil concreto con pintura, que diferencía un “asiento” de otro.

Comenzó la larga espera de 2 horas a que comenzara el concierto. Comenzó a llegar la gente poco a poco. De pronto, atrás de mí llegó un profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, quien iba acompañado de su hija. Platicamos para hacernos menos tediosa la espera.

A las 7 y media y a las 8 de la noche pasaron un spot de Banamex anunciando el concierto de Paul. Silbatina total y mentadas para el banco. De igual forma, en los pasillos se escuchaban las quejas por los abusos de OCESA, empresa dueña del Foro Sol, tanto por la forma tan abusiva como vendieron los boletos, como por el servicio.

De pronto, y sin darnos cuenta, nos dieron las 9, y el inmueble estaba repleto. No sabíamos si habría grupo abridor o no. De pronto, salió Paul en el escenario, y la gritería comenzó en todo su apogeo. Comenzó interpretando Venus and Mars Rock, y terminó interpretando The End, utilizando todo su repertorio de todas las épocas, desde los Beatles hasta Memory Almost Full, y generando una magia impresionante donde se confunden el tiempo y el espacio indefinidamente.

Lo memorable

  1. Después de interpetar el popurrí Venus and Mars Rock / Jet, saludó a la multitud al grito de “Hola México, Hola Chilangos”.
  2. La multitud lo hicimos subir 3 veces al escenario, motivo por el que el concierto se prolongó haciendo un total de 3 horas de buena música.
  3. Rindió un tributo a Linda, interpretando My Love, dedicándosela también a todos los enamorados.
  4. Rindió un tributo a George, interpretando Something con el ukulele, para que después su banda terminara de tocarla.
  5. Rindió dos tributos a John Lennon. Primero, antes de cantar Here Today, mencionó que dicha canción la había escrito pensando en su amigo John. Después, cuando interpretó el popurrí A Day In The Life / Give Peace In a Chance.
  6. La segunda vez que subió al escenario, McCartney llegó corriendo con una bandera de México al escenario, la cual comenzó a hondear alegremente en el centro del templete, al tiempo que la multitud coreaba el grito de guerra México, México.
  7. Antes de comenzar a tocar Get Back, Paul preguntó a la multitud si quería bailar, y luego se dirigió a una chava preguntándole si quería bailar. A la respuesta afirmativa, Paul dio la indicación de que dejaran subir al escenario a la muchacha, la cual bailó Get Back ante 55,000 personas, al tiempo que Paul interpretaba su canción.
  8. Después de subir por tercera vez al escenario y tocar Yesterday, Paul nos comunicó que ya tendría que acabarse el concierto. La multitud contestó “NO”. McCartney dijo que teníamos que ir a dormir. Nuevamente “NO”. Alegó que teníamos que irnos. “NO”, otra vez. “Tenemos que ir a casa”. De nuevo, “NO”. Y con todo y que nadie quería moverse del lugar, se despidió con un emotivo “Adios Chilangos, Hasta la próxima”, comenzando a tocar el Reprise del Sargeant Peppers Lonely Hearts Club Band, para culminar con The End, dando fin al primer concierto de Paul en México en 2010.
  9. Ya cuando se iba Paul a su camerino, un cuate le dio una playera de la Selección Mexicana de futbol. McCartney iba a autografiarla, cuando de pronto preguntó “¿para mí?”. Entonces, le dio la playera a uno de sus asistentes, y entonces agarró una de las tantas guitarras de cambio que tiene, la autografió, y se la dio como intercambio y en agradecimiento a su gesto.

Pues si. Finalmente, esa fue la Noche de un Día Difícil.

Saludos. Dejen comentarios.

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