Los misterios de Dios

Share

Hola. Éste texto quise escribirlo desde que me enteré del hecho, pero por algunas razones no pude escribirlo hasta hoy. Espero que el lector me disculpe.

Hace algunos días, el arzobispo Jorge Mario Bergoglio (cuyo apellido dio mucho de qué hablar en las redes sociales, sobre todo en Latinoamérica) fue ungido como el Papa 266 de la Iglesia Católica, el Papa Francisco. Mentiría si dijera que no me sorprendió que un latinoamericano fuera elegido para ocupar la Sede Vacante de San Pedro, y más aún el hecho de que fuera argentino.

Sin embargo, no es de extrañar la decisión de la curia católica al respecto. Mucho énfasis se ha hecho en que “éste es el papa que precisamente necesita la Iglesia Católica en éstos momentos”. Y no es mentira lo mencionado. El nombramiento del actual Vicario de Cristo tiene dedicatoria: América Latina, y además tiene apellido.

El Catolicismo, como tal, es una de las religiones más grandes del mundo y, por ende, de las más rentables también. En conjunto, las religiones cristianas (incluyendo protestantes, ortodoxos y misceláneos) abarcan la tercera parte de la población mundial (aproximadamente 2,180 millones de personas) de los cuales, poco más de la mitad son católicos (1,196 millones, 17.5%), y se cree que de éstos, un poco más de la mitad (51%, 547 millones) viven en América Latina, los cuales, habría que recordar, fueron sometidos y conquistados para adoptar ésta religión y, además, cabe señalar que en nuestro continente el catolicismo es un sincronismo cultural con las religiones prehispánicas que existían antes de 1519.

A pesar de ser el continente con mayor cantidad de fieles en el mundo, la Religión Católica ha registrado una caída en el número de fieles en los últimos 50 años, y está relacionado con diversos factores, entre otros los propios hechos y acciones que ha llevado la Iglesia en el continente, sobre todo en materia política, en donde la mayoría de los sacerdotes, obispos y arzobispos se han aliado al poder en turno, sobre todo en aquellos países donde ha gobernado la derecha, sin importar los métodos empleados para mantener el orden en la población.

El propio Bergoglio ha sido acusado en su país de haberse aliado a la dictadura argentina en los 70’s y, aunque El Vaticano se ha esmerado en descalificar a los críticos del nuevo papa al calificarlos como izquierda anticlerical, lo cierto es que existen evidencias que, si bien pudo no haber participado en las desapariciones y asesinatos contra líderes de izquierda dentro y fuera de la Iglesia Católica argentina, si existen indicios que es responsable por omisión al no haber levantado la voz contra el sistema autoritario del momento y, peor aún, existen evidencias de una probable relación con ese poder autoritario y represor (La Jornada publicó una foto de Bergoglio con Videla, tomada en una reunión en la década de los 70’s).

Así, una primera vertiente nos indica que Bergoglio fue ungido con el fin de evitar una mayor deserción de fieles católicos en América Latina y, de ser posible, revertir ésta tendencia. Parte de la estrategia se ha visto en los primeros días de papado, al “romper” los protocolos de seguridad y de etiqueta, algo sumamente popular en América Latina.

La segunda vertiente -considero- es revertir otro gran proceso que se está llevando a cabo en América Latina desde hace ya algunos años: la izquierdización del continente. En los últimos 15 años, producto de los malos gobiernos y del fracaso del neoliberalismo como corriente ideológica de pensamiento e imposición política sobre los distintos pueblos de América, se comenzó a dar un proceso en el cual distintos gobiernos de Izquierda, electos democráticamente, han conseguido el poder de forma pacífica, y han demostrado al mundo que otro mundo es posible.

Mediante diversas políticas públicas y económicas, países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua y Perú han roto paradigmas, y han realizado con éxito la difícil tarea de combatir y disminuir la pobreza en sus respectivos países, desobedeciendo los mandatos de los grandes organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Ésto, por supuesto, ha disminuido la dependencia económica y la injerencia política de USA y las empresas trasnacionales, y ha desplazado a la Iglesia Católica de su anterior papel social de sometimiento y apaciguador en dichos países al priorizar la consciencia y la razón por encima del dogma de la fe. En éste sentido, el catolicismo, al haber sido aliado y alcahuete de los gobiernos represores derechistas en América Latina, ha perdido terreno en el ámbito político, social y cultural en dichos países.

Sin embargo, la presencia de un papa identificado con la región hace ver que el intento por frenar ésta tendencia izquierdista y renovadora en América Latina existirá, será impulsado por y en nombre de Dios (como muchas de las catástrofes humanas que han existido en éste planeta en toda la Historia) y encabezado por la Iglesia Católica por medio de su alfil Francisco, para que las buenas consciencias y los dueños del poder puedan nuevamente ejercerlo con la gracia y tranquilidad que antes lo ejercían, y que el proceso de conquista y sometimiento siga al menos 500 años más.

Sin embargo, la consciencia una vez que ha adquirido ese carácter, difícilmente volverá a su letargo de sueño y pasividad. No nos queda más que resistir y avanzar en nuestro proceso de despertar consciencias, para que al final, aunque intenten revertir ese proceso, lo que sea de Dios, que se quede con Dios, y lo que es del César, al César.

Saludos. Dejen comentarios.

Comments

comments