Dios

More

Los misterios de Dios

  • marzo 18, 2013

Hace algunos días, el arzobispo Jorge Mario Bergoglio (cuyo apellido dio mucho de qué hablar en las redes sociales, sobre todo en Latinoamérica) fue ungido como el Papa 266 de la Iglesia Católica, el Papa Francisco. Mentiría si dijera que no me sorprendió que un latinoamericano fuera elegido para ocupar la Sede Vacante de San Pedro, y más aún el hecho de que fuera argentino.

More

El pacto

  • diciembre 6, 2012

Cada vez que nación o individuo alguno hace o quiere hacer alguna atrocidad, siempre lo hace “en nombre de Dios”. Es una práctica que se ha desarrollado durante muchos siglos y que, lejos de disminuir, aumenta la periodicidad con que ésta se justifica. Así también son los priístas (y no sólo ellos, sino en general todos los traidores), quienes en nombre de “México” o de la “Patria”, preparan sus tropelías con los que engañan al Pueblo para después, como es costumbre, traicionarlo.

More

Fanatismo e intolerancia religiosa

  • septiembre 8, 2011

Fue el 17 de noviembre de 2007. Acompañé a mi novia a la iglesia de La Villita (más a fuerza que de ganas, debo reconocerlo, pues ya me consideraba agnóstico entonces), la cual fue motivada por su familia para que fueramos a dar “gracias” por haber cumplido años. Aunque no es religiosa tampoco, fue. Estaba el sermón del sacerdote, cuando de pronto un líquido entró por una puerta de los costados, y comenzó a surgir fuego, comenzando a quemar la puerta de madera, que estaba trabada y enrejada en la parte de afuera. Salieron dos diáconos jóvenes con ansias de madrear gente (cuando, según, dan “la paz del señor” y ponen la otra mejilla), pero no encontraron a nadie. Adentro, la confusión por poco genera una marabunta humana, que logró controlarse porque apagaron rápidamente la puerta. Al día siguiente, busqué información en los medios, pero nadie habló nada. Pero el recuerdo se quedó en mí, yen las aproximadamente 500 personas que se encontraban adentro del templo.

More

Jesucristo, ese primer gran laicista

  • agosto 24, 2010

Y ésta reflexión va encaminada sobre cierto pasaje en la vida de Jesús de Nazareth, ese gran líder social del Siglo I de Nuestra Era, el cual comenzó a cargar sobre su espalda el título de “Hijo de Dios” en el Concilio Ecuménico de Nicea. Pues bien, según un pasaje narrado en 3 de los 4 evangelios canónicos (San Mateo 22:21, San Marcos 12:17, y San Lucas 20:25), tras la pregunta por parte de los fariseos a Jesús sobre si se deben pagar o no impuestos, a lo que éste contesta: “Lo que es del César, al César, y lo que es de Dios, a Dios”. En éste sentido, Jesucristo hace, de facto, una separación entre la Iglesia y el Estado, entre lo divino y lo terrenal.