El peligroso fantasma golpista

Share

Hola.

El pasado viernes 29 de agosto, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sorpresivamente presentó durante la conferencia mañanera una lista de ONG’s “ambientalistas”, “indígenas” y de “protección de derechos humanos”, así como medios de comunicación que se oponen a la construcción del Tren Maya, y reciben financiamiento extranjero para realizar sus actividades políticas.

Curiosamente, la noticia pasó desaparcibida. Nadie le tomó importancia. Eso sí, de inmediato, actores políticos e intelectuales orgánicos de la derecha se lanzaron contra el Presidente muy a su clásico estilo de victimizarse, acusando “una nueva embestida en contra de las OSC”. Y no es para menos: López Obrador exhibió a los titiriteros, al poder detrás del trono de estas “Organizaciones de la Sociedad Civil”, que de civil solo tienen el nombre, pues es gracias al apoyo y financiamiento recibido, que han podido elaborar una estrategia de acciones legales y campañas en medios y redes sociales.

Entre las organizaciones y medios exhibidos, destacan:

  • Consejo Regional Indígena y Popular Xpujil (CRIPX), encabezada por Alfredo López Díaz;
  • Diálogo y Movimiento (DIMO), de Artemia Fabre Zarandona (Doctora en Ciencias Antropológicas por la UNAM);
  • Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, A.C., encabezada por Raúl Lugo Rodríguez (Licenciado por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma y sacerdote de la Arquidiócesis de Yucatán desde 1982);
  • Centro Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), presidida por Sergio Madrid (Ingeniero Agrónomo por la UAM);
  • Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), encabezada por Maria Eugenia De la Fuente (Maestra en Derecho de los Negocios con acentuación ambiental en The London School of Economics and Political Science, UK), destacando en su Consejo Directivo, además, Carlos Ortiz Mena (empleado en Servicios Administrativos Fresnillo, S.A. de C.V. de la Empresa Industria Peñoles, integrante de Grupo BAL, de Alberto Baillères, y familiar de Antonio Ortiz Mena, Secretario de Hacienda de 1958 a 1970, quien fuera líder moral de los tecnócratas neoliberales de los 80’s);
  • Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), de María Amparo Casar (Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la University of Cambridge, King’s College, además de ser miembro del Comité Editorial de la Revista NEXOS, y fungió como Coordinadora de Asesores del Secretario de Gobernación de diciembre de 2001 a junio de 2005, durante el sexenio de Vicente Fox);
  • México Evalúa, presidida por Luis Rubio (Doctor en Ciencia Política en la Brandeis University, entre su currículum destaca la publicación de una columna semanal en Reforma,  asegurando que “sus opiniones aparecen con frecuencia en The Washington Post, The Wall Street Journal y The Financial Times”, es miembro del consejo de dos familias de fondos de inversión y de Coca Cola FEMSA, en los años 70 fue director de planeación de Citibank y fue asesor del Secretario de Hacienda, y aquí viene lo más interesante: es miembro de la Comisión Trilateral (del Grupo Bildelberg);
  • Animal Político, encabezado por Gerardo Márquez Camacho (dueño de Editorial Criterio y de constructoras en Hidalgo, y cercano a Miguel Ángel Osorio Chong, ex-Secretario de Gobiernación durante el sexenio de Enrique Peña Nieto); y
  • Fundación Debido Proceso (DPLF), una organización con sede en Washington y presidida por la mexicana Fernanda Hopenhaym, Maestra en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.

Por su parte, entre la lista de los entusiastas aportadores económicos de estas organizaciones se encuentra:

  • Fundación Kellogg’s, fundada por Will Keith Kellogg, de la empresa Kellogg’s, que en palabras de Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia de la República, vende Corn Flakes y algunos tipos de alimentos de la mañana, Frutti Lupis y demás;
  • Fundación Ford, fundada por Edsel Bryant Ford y Henry Ford, de la empresa Ford Motor Company, segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos;
  • Climate Works Foundation, una organización que se define como sin fines de lucro, que el New York Times definió como “una fundación de mil millones de dólares que busca frenar el cambio climático” presidida por Hal Harvey, que entre su currículum destaca ser miembro de la Junta Directiva de Fifth Third Bank, y Presidente de la junta directiva de MB Financial Corporation;
  • National Endowment for Democracy (NED), en español: Fundación Nacional para la Democracia, organización estadounidense fundada en 1983 por el Presidente Ronald Reagan, para contribuir a la lucha anticomunista durante la Guerra Fría, financiada principalmente por la Central Intelligence Agency (CIA), y dependiente del Departamento de Estado de Estados Unidos; y
  • Rockefeller Brothers Fund, fundada por David Rockefeller, Nelson Rockefeller, Laurance Rockefeller, John D. Rockefeller III, y Winthrop Rockefeller, banqueros y petroleros estadounidenses, con una de las mayores fortunas en todo el mundo, cuya misión declarada es “promover el cambio social que contribuya a un mundo más justo, sostenible y pacífico”, y donde colaboró (o probablemente continúa colaborando) Henry Kissinger, quien fuera uno de los principales operadores de los grandes golpes de Estado en América Latina en contra de gobiernos progresistas.

De acuerdo al documento presentado por López Obrador, el financiamiento fue distribuido de la siguiente forma:

El documento íntegro presentado por López Obrador es el siguiente:

A diferencia de lo asegurado por la derecha mexicana, los implicados tanto en financiar como en recibir dinero, no son blancas palomas, sino todo lo contrario: representan a la parte más oscura y siniestra de la derecha mexicana y, por otra parte, los subvencionistas representan a aquellos actores que se han caracterizado por impulsar, financiar y operar golpes de Estado en contra de gobiernos progresistas. Y, además, con el mismo modus operandi.

En la década de los 70’s y parte de los 80’s, Estados Unidos financió el Plan Cóndor por medio de la CIA, entre otras situaciones, consumar el golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile, en 1973, financiando medios de comunicación opositores como “El Mercurio”, , imponiendo además un régimen militar encabezado por Augusto Pinochet, que sirvió además para implementar y profundizar el modelo neoliberal. Al respecto, el 16 de septiembre de 1973, después de que Pinochet había tomado el poder, ocurrió la siguiente conversación entre Henry Kissinger (consejero de Seguridad Nacional y si: el mismo de la Fundación Rockefeller que ahora financia ‘Mexicanos contra la Corrupción’) y el presidente Richard Nixon:

Nixon: ¿Nada nuevo de importancia o sí?

Kissinger: Nada de mucha consecuencia. El asunto chileno se está consolidando y por supuesto, los periódicos sangran porque han derrocado un gobierno procomunista.

Nixon: No es algo. No es algo

Kissinger: Quiero decir, en vez de celebrar: en el período Eisenhower seríamos héroes.

Nixon: Bien, no lo hicimos ―como usted sabe― nuestra mano no aparece en esto.

Kissinger: No lo hicimos. Quiero decir, les ayudamos. [confuso] Creamos las condiciones tan grandes como fueran posibles.

Nixon: Es correcto. Y es el modo en que esto se va a jugar.

Pero no fue la única dictadura militar que impulsó Estados Unidos: fue aplicada la misma receta en Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y, esporádicamente, en Perú, Colombia, Venezuela, y Ecuador.

Así mismo, la CIA participó en la creación de guerrillas paramilitares en los 80’s en Centroamérica. Y más recientemente, apoyó en la realización de la guerra asimétrica en contra de la Revolución Bolivariana y el régimen chavista en Venezuela, financiando las Guarimbas, y a títeres como Leopoldo López o Juan Guaidó; operar el golpe de Estado contra Evo, imponiendo a Añez en Bolivia en 2019; maniobrar el 2010 en el intento de golpe de Estado contra Correa en Ecuador en 2010; y tantos y tantos ejemplos que podemos mencionar, que bien podría hacerse un manual o un catálogo respecto a la injerencia imperialista estadounidense en América Latina durante el Siglo XX y lo que llevamos del XXI.

Hay que mantener cautela respecto al financiamiento del extranjero que están recibiendo ONG’s, medios de comunicación, periodistas opositores, actores políticos de derecha, e intelectuales orgánicos en el país, pues esta lista que dio a conocer López Obrador únicamente comprende el financiamiento de acciones en contra del Tren Maya, pero seguramente, habrá más financiamiento para otros rubros y por parte de entes más oscuros aún.

Sin embargo, a pesar del injerencismo estadounidense existente, sería mejor para el gobierno encabezado por López Obrador la reelección de Trump que el triunfo de los Demócratas, pues estos últimos, los Demócratas, tiene muchos nexos con la derecha mexicana y con el panismo en general, y no dudarán en financiar acciones desestabilizadoras y subversivas contra el actual gobierno de forma más abierta y generosa.

El fantasma del golpismo contra gobiernos progresistas vuelve a asomarse de forma peligrosa. Sin embargo, el Presidente Andrés Manuel se ha encargado de develar sus intenciones. Falta ver si esto disiparán o profundizarán los planes abiertamente subversivos de la derecha contra nuestro Gobierno. Y del Pueblo dependerá defenderlo llegado el momento.

Saludos. Dejen comentarios.

Comments

comments