Salvador Allende

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El cáncer del golpismo

  • julio 4, 2021

La reacción, cabe señalar, es más que lógica, sobre todo si consideramos que parte de sus planes han sido evidenciados y exhibidos. Sin embargo, más allá de la hipocresía que mostraron estos lobos disfrazados con piel de oveja, lo cierto es que lo dicho por López Gatell no está alejado de la realidad. Como lo dijo acertadamente, son modus operandi casi de manual, y siempre, siempre, siempre, han tenido los mismos finales: a veces golpes blandos, y a veces golpes, golpes.

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Mexicanos golpistas contra la Transformación

  • mayo 9, 2021

El financiamiento que recibe Mexicanos contra la Corrupción por parte de la Embajada de USA en México no es cualquier cosa que deba tomarse a la ligera, pues, por una parte, existe el precedente, a lo largo de la Historia, de financiamiento abierto y oculto hacia grupos subversivos y antigubernamentales en países progresistas en América Latina, en una acción clara de injerencismo y, por otra parte, porque Claudio X. González, de quien es dicha organización, fue el principal promotor, aglutinador, operador político y mecenas de los partidos opositores al Gobierno de López Obrador.

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El peligroso fantasma golpista

  • agosto 30, 2020

A diferencia de lo asegurado por la derecha mexicana, los implicados tanto en financiar como en recibir dinero, no son blancas palomas, sino todo lo contrario: representan a la parte más oscura y siniestra de la derecha mexicana y, por otra parte, los subvencionistas representan a aquellos actores que se han caracterizado por impulsar, financiar y operar golpes de Estado en contra de gobiernos progresistas. Y, además, con el mismo modus operandi.

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Ecuador, centro del mundo

  • octubre 3, 2010

A diferencia de lo expresado por el duopolio Televisa-Azteca, así comode las grandes televisoras extranjeras como CNN, y a diferencia de muchos golpes de Estado anteriores en Ecuador, la gente salió a las calles, el Vicepresidente, el Congreso, y las Fuerzas Armadas le declararon su lealtad al Presidente, lo cual se convirtió en un gran aliciente para sofocarlo. Fue impresionante cómo la gente se reunió y se movilizó para rescatar a su Presidente, el cual estuvo 10 horas secuestrado en un hospital, debido a una lesión hecha por los policías en su rodillas, por lo cual tuvo que ser operado de inmediato. También fue impresionante ver cómo las fuerzas armadas de Ecuador eran atacadas por la policía, pues mientras el Ejército traía “salvas”, la policía arremetía por igual a disparos en contra de ejército y sociedad.