ABC de la privatización petrolera

Hola.

Fieles a su tradición, todos los políticos del PRI buscan simular, mediante palabras rebuscadas o conceptos de difícil comprensión para el grueso de la población, sus verdaderas intenciones en cuanto a un tema o postura. No, no es que mientan. Simplemente buscan la forma de decir las cosas de forma elegante, haciendo que una palabra adopte dos o más significados.

Así, cuando se refieren a que PEMEX no se privatizará con la gran reforma energética que Enrique Peña Nieto enviará al Congreso después de las elecciones es totalmente cierto. Y cuando aseguran que los hidrocarburos seguirán siendo de la Nación, también es cierto. Sin embargo, también es cierto que habrá privatización si pasa la contrarreforma energética. Aunque parece que una cosa se contradice con la otra, no es así, pues las tres aseveraciones son ciertas. Explicaré esto.

Primero definiremos qué es el petróleo, la industria petrolera, y PEMEX. El petróleo es una mezcla homogénea de compuestos orgánicos, principalmente hidrocarburos insolubles en agua. Es un recurso natural no renovable y actualmente también es la principal fuente de energía en los países desarrollados. Tiene distintos usos y derivados, entre ellos la gasolina, el plástico, disolventes, fertilizantes, pesticidas y miles de productos de la industria química. Por definición, es el producto base de la industria petrolera, y en el caso mexicano, es propiedad irrenunciable de la Nación. En 2011, México fue el 8º país productor más importante del mundo de éste producto, el petróleo.

La industria petrolera, por su parte, es la industria que procesa el petróleo. Parece pleonasmo, pero no lo es. Ésta industria incluye procesos globales de exploración, perforación, extracción, almacenamiento, refinación, transporte (buques petroleros, camiones, oleoductos), distribución, venta y comercialización del petróleo. La industria petrolera puede ser propiedad pública (a cargo del Estado), privada (con uno o varios dueños, autodenominados socios, y generalmente conocidos como empresarios o, en su forma más moderna, “emprendedores”), o mixta (es decir, se combinan capital privado y pùblico en una empresa, donde el porcentaje depende de la cantidad de acciones que tengan el Estado y sus socios privados).

Finalmente, definiremos qué es PEMEX. PEMEX son las siglas de PEtróleos MEXicanos, una empresa paraestatal creada tras la expropiación petrolera decretada por el General Lázaro Cárdenas del Río, en 1938. PEMEX es un conjunto de trabajadores, bienes, inmuebles, fierros, maquinaria, transportes (marítimos y terrestres), ductos, y demás activos que tiene en su propiedad. También PEMEX es la empresa que, por mandato constitucional, es la única facultada en el país para procesar el petróleo. Es decir, es un monopolio público estatal de la industria petrolera nacional (y no por ser monopolio es malo, pues es una empresa pública; los monopolios dañinos son, de hecho, los monopolios privados). En 2011, fue la 8ª empresa con mayor producción de petróleo en el mundo. Es decir, de todas las empresas petroleras públicas, mixtas y privadas que existen en el mundo, PEMEX fue el 8º productor, procesador y vendedor de petróleo en el mundo. Nada mal para una empresa con tanta corrupción y atraso tecnológico.

Ahora bien, ya definido qué es el petróleo, la industria petrolera, y PEMEX, explicaremos el doble lenguaje utilizado por Enrique Peña Nieto y los priístas cuando realizan aseveraciones con respecto a su contrarreforma energética.

Peña Nieto dice que no habrá cesión de los hidrocarburos, pues éstos seguirán siendo propiedad irresticta e irrenunciable de la Nación. Partiendo del entendido que hace el artículo 27 constitucional, de que el subsuelo y todo lo que existe en él, incluyendo el petróleo y los hidrocarburos es de la Nación, el petróleo es y seguirá siendo parte de la Nación, y en consecuencia la propiedad de los hidrocarburos seguirá siendo Estatal.

Peña Nieto dice que PEMEX no será privatizada. Es cierto. En el esquema planteado por Peña Nieto, no necesitas no ceder la propiedad de los hidrocarburos, ni la propiedad de la empresa PEMEX a manos privadas para privatizar. En ese entendido, la propiedad de PEMEX como empresa seguirá siendo de la Nación.

Sin embargo, en la contrarreforma actual no se está planteando la privatización del petróleo ni de PEMEX, sino de la industria petrolera en su conjunto. Realizando la reforma al artículo 27 constitucional (tal y como se advierte en los puntos 55-60 del Pacto por México) para que los privados puedan tener concesiones en el ramo petrolero, no es necesario vender PEMEX, ni ceder la propiedad estatal, sino simplemente concesionar su exploración, perforación, extracción, almacenamiento, refinación, transporte, distribución, venta y comercialización del petróleo a manos privadas. Dicho de otra forma, se cederá la cadena productiva del petróleo a particulares, algo actualmente prohibido por la constitución. Y de nada nos sirve mantener la propiedad del petróleo en el subsuelo, ni la propiedad de la nación sobre PEMEX, si en realidad lo importante y sustancial de todo, que es la industria petrolera es vendida o regalada a particulares nacionales o extranjeros.

Los tan invocados “contratos de riesgo” que firmaría PEMEX con empresas trasnacionales privadas (como Exxon, Mobil, Shell, Texaco, Chevron, Repsol y British Petroleum), donde éstas empresas “compartirían” el riesgo de realizar la cadena productiva junto a PEMEX, es sólo una máscara simuladora para ceder ganancias que actualmente no reciben dichas empresas porque constitucionalmente están impedidas para participar en el negocio del petróleo en México, y que sólo recibe PEMEX sin repartir a nadie (lo cual no está mal, por cierto).

La “apertura” que estarían realizando de PEMEX no es en PEMEX, sino en la industria petrolera. En la cadena productiva del petróleo. Es dejar que empresas privadas ajenas a PEMEX entren al negocio del petróleo. Es privatización pura y simple. Y la privatización implica que el 100% del dinero que iba a una empresa pública, con lo que se construían hospitales, carreteras, escuelas, alumbrado público, y demás, ahora irán a parar al bolsillo de unos cuantos empresarios que (obviamente) no lo repartirán, sino que sólo amazarán y agrandarán sus fortunas.

La contrarreforma energética planteada por el PRI, Peña Nieto y el Pacto por México (donde además están el PAN y el PRD) propone privatizar (o “abrir”, utilizando el lenguaje peñista) la exploración, perforación, extracción, almacenamiento, refinación, transporte, distribución, venta y comercialización del petróleo. Y que además, el petróleo que se encuentra en las aguas profundas del Golfo de México sea extraído por las grandes empresas petroleras trasnacionales en exclusividad, dado que PEMEX no cuenta con la tecnología necesaria para realizar extracción en aguas profundas y, además, resulta más barato cederle a otros el 100% de las ganancias por la extracción de éste petróleo, que en comprar la tecnología necesaria para hacerlo, y que ese 100% de ganancias vaya al Pueblo de México.

Y para simular éste gran atraco, dejarán a PEMEX con exclusividad de extracción en los yacimientos terrestres (los cuales se están acabando) y los de plataforma marina continental baja (que igual, ya se están acabando).

Sin embargo, existe un remanente que, derivado de la privatización de la industria petrolera, ya no se generaría para gasto público social, sino que habría un faltante, pues actualmente PEMEX aporta 40 centavos de cada peso del presupuesto federal que descenderían si la industria petrolera ya no es exclusividad de la Nación. Éste faltante se cubriría con una gran reforma hacendaria que subiría el IVA del 16 al 21%, y además se homologarían (es decir, pagarían parejo) productos que actualmente no pagan IVA, como los alimentos, medicinas, libros y educación, que están exentos de IVA.

Así, la privatización de la industria petrolera mexicana no nos conviene a nadie. Solamente beneficiaría a unos cuantos políticos que seguramente ya son socios de alguna empresa petrolera trasnacional, a los empresarios dueños de esas empresas trasnacionales, y a los países industrializados que actualmente tienen problemas para conseguir petróleo (y que sólo a base de invasiones lo consiguen). Europa y USA se salvarían de su crisis (inevitablemente), pero a costa nuestra.

Sin embargo, la industria petrolera mexicana sólo podrá defenderse y mantenerse cmo propiedad de la Nación si existe la movilización y acciones suficientes como para detener éste gran robo que se pretende hacer a México después de las elecciones del próximo 7 de julio. Y de no defenderse, no habrá tarjeta Soriana suficiente que saque del atraso, la pobreza y la miseria a éste país después de que nos hayan despojado de todo, pues las industrias petrolera y eléctrica es lo único que nos queda como Patrimonio Nacional.

Si no lo defendemos, seremos en definitiva una colonia simulada, esclavos en nuestra propia tierra, y estaremos a merced de los designios de un pequeño grupo de gente oligarca viviendo en otra parte, pero con el poder suficiente para hacer, en el momento que quieran, de México S.A. una franquicia transferible y desechable.

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Apéndices

Hola.

Una de las formas principales en las que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene un control territorial estricto es mediante tres formas: los funcionarios públicos municipales (que operan, en conjunto, con los funcionarios estatales y federales), los Comités Seccionales, y los delegados municipales (que en algunos estados adoptan nombres como Consejo de Participación Ciudadana o Presidentes de Colonia).

Es mediante estos tres órganos operativos (dos de ellos, gubernamentales, y el otro partidista) y con una coordinación sumamente disciplinada y estricta, que el PRI despliega sus operativos de compra, coacción y cooptación del voto.

El trabajo de los funcionarios públicos municipales, estatales y federales es proveer a los brazos operadores del PRI en territorio (Comités Seccionales y delegaciones municipales) de todas las necesidades que tengan, en todos los sentidos.

En primera instancia, tenemos los Comités Seccionales a cargo del PRI. Estos Comités Seccionales tienen presencia en prácticamente todas las secciones electorales del país. Por ende, en todos los municipios y estados. Éstos Comités Seccionales tienen a su cargo el reclutamiento de afiliados al PRI, así como la función identificar a todos aquellos vecinos de su demarcación con algún problema (en especial, aquellos con un nivel socioeconómico malo) para proveer de programas sociales, despensas, dinero en efectivo, y demás canonjías para obtener la lealtad y respaldo de sus militantes. Así mismo, durante las campañas electorales, los Comités Seccionales son proveedores de acarreados, mitoteros, aplaudidores profesionales, porristas, porros, grupos de choque, y demás recursos humanos que necesite el partido. Así mismo, éstos mismos Comités Seccionales son el brazo ejecutor de las mapacherías el día de la elección, y son los encargados de entregar cuentas en cuanto al manejo de recursos y resultados electorales en territorio a sus referentes municipales.

Estos Comités Seccionales, a su vez, se respaldan en las delegaciones municipales. Las delegaciones municipales son los proveedores en territorio de programas sociales, dádivas, apoyos, obra pública, material de construcción, despensas, y cuantas cosas más les den los funcionarios públicos municipales, estatales y federales. La forma en la que son nombradas estas delegaciones municipales es muy turbia, pues tendría que hacerse mediante elección directa, secreta y democrática, que tendrían que renovarse cada vez que se renueva el Ayuntamiento.

Sin embargo, raramente sucede así, pues los delegados municipales (generalmente) son nombrados por dedazo, siendo afines al Presidente Municipal en turno (obviamente, siendo parte de las filas del PRI), duran en el cargo una eternidad (me he enterado de delegados que han durado en el cargo hasta 20 años sin que los renueven o remuevan), y sólo cuando los vecinos de las colonias hacen tajante y manifiesto su rechazo o repudio al delegado en cuestión, es cuando el Ayuntamiento decide realizar elecciones para renovarlos.

Y cuando el Ayuntamiento decide realizar elecciones, generalmente no es publicada la convocatoria en tiempo y forma; sólo algunos (generalmente la esposa o esposo del delegad@ en turno, o bien alguien del PRI) se enteran de ella; la elección (si se lleva a cabo, porque en muchas cosas se presenta una “planilla de unidad”, debido a que nadie se enteró de la convocatoria) es secretamente realizada; la campaña es realizada por candidatos “ciudadanos”, “apartidistas”, “apolíticos” o “sin partido”, que generalmente terminan siendo parte de las filas del PRI (y que, como es costumbre, engañan a la población), y regularmente “amigo íntimo”, “compadre”, “compinche”, “cuate” o lambiscón del Presidente Municipal en turno; y en muchas ocasiones resulta siendo más caro el caldo que las albóndigas, pues de un mal delegado se pasa a uno nefasto.

En la comunidad de San Cristóbal, Municipio de Mineral de la Reforma, Estado de Hidalgo, tenemos un caso así. Un delegado, que fue electo democráticamente al mentir en su campaña haciéndose pasar por “ciudadano” (cuando era más priísta que Peña Nieto), y que fuera de resolver los problemas de la comunidad, los está agravando, incluso llegando al extremo de existir una polarización entre vecinos, agresiones de su parte y de su séquito, y que lleva a la ingobernabilidad a una colonia de más de 5,000 habitantes.

Por su parte, la autoridad ha sido ausente. Se ha buscado el diálogo con el Presidente Municipal, Filiberto Hernández (de las filas del Revolucionario Institucional) y se ha contestado con un “está todo controlado”. De sobra está decir que el delegado, Alberto Pérez Ticono, se ha declarado amigo íntimo del Presidente Municipal, y además le ha jurado lealtad incondicional a él y a su partido, el PRI.

El motivo: el delegado garantiza la operación política y económica del PRI en la elección de julio próximo. Y perder un operador en una colonia tan importante representa pérdida de votos y, por ende, de poder.

Sin embargo, al PRI (aunque hace intentos por regresarnos ahí) se le debe recordar que no permitiremos el autoritarismo rampante que le ha caracterizado durante mucho tiempo. Hemos pasado a la mayoría de edad, y nos corresponde hacerla valer. No estamos retando a nadie, pues hemos buscado la alternativa del diálogo y la negociación, pero tampoco permitiremos que se nos pase por encima. Mucho menos en nuestra propia casa.

Hacemos votos para que la sinrazón y la cerrazón no gobiernen al Presidente Municipal, y que se abra a las exigencias que, además, son legítimas. De él dependerá (y será su responsabilidad) en lo que derive de continuar en su actual posición, la cual, dicho sea de paso, es irracional, y no corresponde a las cualidades que un buen gobernante deba tener.

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Las pifias de Peña Nieto

Hola.

En la campaña electoral presidencial del año pasado, Enrique Peña Nieto comenzó a tener una serie de “errores” y “trastabilleos” que se convirtieron en mofas y pifias en redes sociales e internet. Hashtags con mucho éxito, memes en Facebook, y videos e YouTube se convirtieron en virales, y todo mundo se burló del entonces candidato presidencial.

Un sector importante de la Izquierda comenzó a darle mayor importancia entonces a los errores de Peña y promocionarlos en cuantos medios pudieron, más que preocuparse en cuidar o hacer promoción del voto. La difusión virtual jamás pudo superar al trabajo de campo, en el que los priístas se concentraron, y al final el priísta ganó la elección presidencial.

Ésto fue favorecido, en gran medida, en que mientras una gran parte de activistas priorizó el salir a las calles a caminar y gritar en contra de Peña Nieto así como sentirse revolucionarios por Facebook, los priístas compraban el voto en las colonias, y aseguraban que su voto duro y comprado asistieran a votar.

No contentos con no aprender la lección, hoy la Izquierda comienza a cometer los mismos errores. Peña Nieto se ha equivocado en distintas ocasiones: le cambió el nombre al IFAI, lo mismo hizo con la fecha de erección del Estado de Hidalgo, y recientemente cambió la ubicación de la capital de Veracruz. Derivado de ésto, y de una forma sumamente superficial, la Izquierda ha vociferado la incapacidad e ineficiencia de quien ostenta el cargo presidencial.

Sin embargo, analizando fríamente el corto pero muy productivo sexenio de Peña Nieto, vemos que la realidad es muy distinta. No, querido lector, no crea que alabaré a Peña Nieto, pero si seré objetivo y responsable con mis comentarios. Peña Nieto no ha sido ni incapaz, ni ineficiente, ni improductivo. Al contrario. Ha sido bastante capaz, eficiente y productivo, tal vez no con el Pueblo, pero si con quienes lo apoyaron y a quienes le debe favores.

Enrique Peña Nieto ha sido capaz de convencer y coptar a la mayor parte de la que se asumía como “oposición” (muy al estilo del viejo priísmo, cuando tenía sus partidos satélites), al hacerlos firmar el Pacto por México. Así, con el Pacto por México, ha sido eficiente y productivo al haber sacado al menos tres grandes reformas neoliberales que los grandes organismos financieros internacionales le habían exigido a México y que se encontraban en el congelador hacía muchos años (la laboral, la educativa y la de telecomunicaciones) en un corto periodo de tres meses, y está próximo a aprobar al menos otras tres en lo que queda del año (la fiscal, la hacendaria y la energética).

Las pifias de Peña Nieto, por su parte, pueden deberse y tienen como origen únicamente alguna de las dos siguientes causas: idiotez, o premeditación. Si, nadie niega que alguien que tiene tantas equivocaciones puede ser idiota, aunque también podría estar fingiendo que lo es sin serlo (es decir, premeditación), y al final los idiotas serían quienes creen que es idiota. Explicaré mejor ésta parte.

Todos sabemos que Enrique Peña Nieto fue y es apoyado por el duopolio Televisa-Azteca (más por Televisa que por los otros, pero de igual forma lo apoyan ambos). Televisa tiene, al menos, 63 años haciendo televisión en México, y recordemos que las telenovelas más famosas y vendidas a nivel mundial son aquellas producidas por Televisa y transmitidas en el Canal de las Estrellas. Todo cuanto sucede en los teleteatros, es decir, acciones,  gestos, impulsos, equivocaciones, chistes, y demás, es planeado, actuado y editado con premeditación, y para causar diversas emociones en el receptor.

Así, considerando la relación existente entre Peña Nieto y Televisa, podríamos pensar que las pifias, errores y trastabilleos de Peña Nieto podrían ser provocados, con el único fin de distraer a la “Izquierda” facebookera y twittera con cuestiones intrascendentes y que no tienen ni una sola repercusión en la vida pública, política, económica o social del país (tal cual lo intentaron hacer con la reaparición del EZLN en diciembre pasado, y que una buena parte de la “Izquierda” se tragó el cuento), mientras el grupo en el poder continúa aprobando las reformas que ellos requieren y necesitan, así como reprimen, encarcelan y criminalizan la protesta social y a los activistas políticos que, lejos de internet y más cerca de la calle y la gente, enfrentan al Estado movilizando o denunciando públicamente el actuar del régimen actual.

En conclusión, Peña Nieto no es ni incapaz, ni ineficiente, ni improductivo, ni mucho menos idiota. Él y la oligarquía son más listos y perversos que la “inteligente” izquierda, la cual ha demostrado síntomas de inmadurez, ingenuidad e idiotez al subestimar y afrontar las capacidades del actual mandatario, sumidos en un océano de superficialidad mediática y darle importancia a lo intrascendente, la cual les provee lo que quieren ver y escuchar, mientras ellos hacen de las suyas. Al fin y al cabo, han encontrado la fórmula: circo para los ignorantes, circo para los ingenuos, y circo para los inconformes, que al final terminan siendo iguales ante el poder.

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Totalitarismo a la mexicana

Hola.

Los regímenes totalitarios no son exentos de una determinada época en particular. Los ha existido prácticamente desde el comienzo de la Humanidad, y los sigue habiendo ahora. Generalmente, los regímenes totalitarios suelen tener características muy marcadas: el gobernante en turno no es elegido por el pueblo, sino por una pequeña parte (muy pequeña, de hecho) de la población; suelen coptar y comprar a la oposición (y a la que no logran coptar, la reprimen y/o eliminan); utilizan a los medios de comunicación como eficaces aparatos de propaganda, difundiendo la información de forma selectiva y sesgada (ésto, más en particular en los totalitarismos contemporáneos); utilizan a la policía, al ejército o cualquier forma pública para amedrentar y reprimir a la población; y se privilegia al “capital” o a los negocios por encima del interés general.

En México no nos encontramos muy lejos de esa situación. De sobra está decir que Enrique Peña Nieto compró la Presidencia de la República con el apoyo de diversos oligarcas, poderes fácticos, trasnacionales, Washington, y el duopolio televisivo Televisa-Azteca; éste último, a su vez, ha funcionado como un eficiente aparato de propaganda para difundir la versión oficial (y única) de lo que acontece en México; no existe una intención real de sacar al ejército de las calles (bajo el pretexto de que la guerra continúa); la primer acción de gobierno de Peña Nieto fue difundir la firma del Pacto por México, donde la “oposición” sucumbió ante el poder presidencial priísta y prácticamente desapareció del mapa, y mediante ésta alianza ha aprobado leyes y acciones contrarias al interés del Pueblo, y en favor del Gran Capital, como la contrarreforma laboral, educativa y de telecomunicaciones, y próximamente la fiscal y energética.

Así, se ha conseguido tener, impulsar e imponer una visión política casi única, con muy pocos disidentes. El Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) es uno de ellos. Mediante acciones de diversa índole, se ha hecho manifiesto el yerro en las políticas implementadas por Peña Nieto en pocos meses, y ha ido creciendo la aceptación por el movimiento por varios miles de mexicanos que creen que otro camino es posible.

Durante la campaña advertimos que de regresar el PRI, regresaría el autoritarismo y la represión. Incluso, López Obrador comparó el regreso del PRI a la Presidencia de la República como el regreso de Santa Anna en el siglo XIX.

Sin embargo, tal cual pasó en el salinato con el perredismo, hoy el peñato sigue la misma escuela con la que se formó y aprendió a ser gobernante. La persecución de diversos dirigentes políticos y sociales a lo largo y ancho del país no se ha hecho esperar en éstos cortos meses del nuevo régimen priísta. A diferencia de los 50’s, 60’s, 70’s y 80’s (donde se asesinaba o metía a la carcel a los dirigentes sociales sin explicación alguna), ahora el régimen fabrica pruebas, o bien, reactiva procesos penales ya expirados o juzgados.

La detención de Rocío Mesino Mesino en Guerrero, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), bajo el cargo de secuestro y asesinato de un empresario es un ejemplo de ello. La semana pasada, también intentaron hacer lo mismo en el Estado de México con Felipe Rodríguez, dirigente de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), a quien detuvieron en una marcha en Toluca, bajo los cargos de ataques a las vías generales de comunicación. Cabe señalar, además, el gran linchamiento público que se dió en contra de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) por parte de Televisa en los días pasados, debido a los bloqueos de diversas autopistas en Guerrero y en Oaxaca.

El último preso político del Gobierno de Peña Nieto, lastimosa y lamentablemente, le tocó al Estado de Hidalgo. José Manuel Zúñiga Guerrero, ex-presidente municipal de Ixmiquilpan, miembro de la CNTE y de MORENA, y compañero entrañable del Colectivo de Izquierda Hidalguense, fue capturado por un viejo problema con la cuenta pública del 2007, de la cual la misma Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) ya lo había absuelto en 2010. El delito de José Manuel Zúñiga no fue el peculado, sino haberse enfrentado y confrontado a Sinué Ramírez, dirigente de la Sección XV del SNTE en Hidalgo, así como de movilizar a los maestros en el Estado en contra de la contrarreforma educativa.

Zúñiga ha sido un dirigente honesto y congruente. Es la única oposición real en Ixmiquilpan contra el PRI y Gobierno del Estado. La detención de Zúñiga es, a todas luces, ilegal y arbitraria. Responde a un ajuste de cuentas en su contra, avalado por Francisco Olvera (actual Gobernador y Secretario de Gobierno durante la gestión de Zúñiga) y por Miguel Ángel Osorio Chong (actual Secretario de Gobernación de Peña Nieto, y entonces Gobernador cuando Zúñiga era Presidente Municipal).

Zúñiga debe ser liberado el lunes, cuando terminan las 144 horas para que se le dicte auto de formal prisión, o auto de libertad. Cualquier otra determinación dejará en evidencia que en México ha regresado el autoritarismo, la represión, la persecusión política, y peor aún: que se ha instalado, formalmente, el totalitarismo en versión mexicana. Lo peor es que, de continuar la tendencia, en muy poco tiempo comenzarán a aparecer los muertos, y a conocerse la lista de desaparecidos por el régimen. De nosotros depende permitirlo o impedirlo.

Saludos. Dejen comentarios.

Dichos, intenciones, acciones y contradicciones

Hola.

Desde hace poco más de un año, en Mali (un país africano, con playas en el Océano Atlántico y tierras en el Sahara) se desarrolla un conflicto de repercusiones importantes, pues uno de los bandos es una dictadura militar con varios años en el poder, mientras que el otro es un conjunto de rebeldes que ha tomado varias ciudades al Norte de país, y ha declarado unilateralmente la independencia de la República de Azawad.

Dicha independencia no ha sido reconocida por la ONU ni por ningún país en la Tierra, pero si ha ocasionado una ofensiva sin precedentes, encabezada por Francia, apoyada por USA, y observada por algunas de las grandes potencias económicas. A diferencia del argumento esgrimido para invadir Libia, en ésta ocasión no se ha invocado a la “libertad” de los pueblos, ni mucho menos a derrocar al tirano, pues los grandes yacimientos de Uranio que se encuentran en la región han ocasionado que Francia no se fije si el gobierno en Mali es una dictadura, y mucho menos si mantienen el poder gracias al terror que ocasiona el ejército en dichas tierras.

Simple, sencilla y llanamente, apoyan con la fuerza militar a otra fuerza militar que busca recuperar el control de esas desérticas tierras por el material radioactivo que tanto ambicionan las potencias coloniales. Tampoco se ha hecho gran eco en los medios de comunicación tradicionales y convencionales, ya que pondría al descubierto el imperialismo neocolonizador que se ha llevado a cabo en el mundo con gracia posterior al 11 de septiembre.

Hemos dicho anteriormente, en muchas ocasiones, que dicho imperialismo neocolonizante tiene muchos matices y métodos. En México, la intención de las grandes empresas petroleras trasnacionales por apropiarse del producto (el petróleo) y la renta petrolera ha ocasionado una nueva ofensiva para intentar privatizar, de una vez por todas y totalmente, el negocio que desde hace 75 años ha monopolizado PEMEX.

La exploración, perforación, extracción, transportación y refinación del petróleo lo quieren llevar a cabo intereses que en nada benefician a la nación, y si pretenden saquearla. Si el negocio del petróleo es tan malo, y genera tantas pérdidas ¿porqué incorporar a otros actores que compartirían las pérdidas (de ser cierto ésta hipotética falsa premisa)?

El gobierno en turno ha dicho y reiterado, una y otra vez, que PEMEX no se privatizará. Nada más cierto y falso al mismo tiempo. Cierto, porque la empresa no será privatizada, en efecto, tal cual lo ha dicho el gobierno. Falso, porque lo que venderán no será la empresa PEMEX, sino el producto que le da vida a la empresa (el petróleo), y la renta petrolera, que es la que genera las ganancias.

Luis Videgaray, actual Secretario de Hacienda, y uno de los principales titiriteros de Peña Nieto, mencionó (días antes de la explosión en la Torre de PEMEX) que una reforma energética no necesariamente significa privatizar. Ésto es cierto. Sin embargo, la reforma que pretende impusar el PRI a través de su actual gobierno es, si bien no privatizar de facto el negocio petrolero, si compartirlo con otras empresas extranjeras bajo las figuras de asociación con PEMEX, o bien de contratos de riesgo. Dichos contratos de riesgo tienen el riesgo nada más en el nombre, pues las empresas petroleras beneficiadas sabrían de antemano dónde perforar, para extraer la mayor cantidad de petróleo posible.

Así, la privatización del petróleo no corresponde a otra cosa que el pillaje descarado por parte de las grandes potencias económicas, quienes buscan no sólo las ganancias económicas por la extracción y demás, sino además el uso del propio petróleo (como materia prima) a bajo costo.

Cabe señalar que, de privatizarse el petróleo, disminuiría en 40% el presupuesto nacional (que se aplica en la construcción de escuelas, hospitales, carreteras y demás infraestructura pública), por lo cual sería necesaria una reforma fiscal para incrementar el IVA del 16 al 21% y homolgarlo (es decir, que alimentos, medicinas, libros y educación, que actualmente están exentos, pagarían también IVA).

La privatización del petróleo implica la destrucción de la industria nacional y de la economía en su conjunto, quedando entonces sujetos al capricho del libre mercado y de los capitales golondrinos. En esencia, se perdería la poca soberanía que nos queda, y nos convertiríamos, de lleno, en esclavos del imperialismo neoliberal.

Ésa es la importancia de defender el petróleo: nuestro futuro como país, y como personas. MORENA es la única fuerza que se ha manifestado en contra de tal medida. Pero para defenderlo, es indispensable y fundamental el apoyo de todos los mexicanos, pues sin el Pueblo unido contra tal ignominia, será difícil defender cualquier cosa.

De nosotros depende, y en nosotros está.

Saludos. Dejen comentarios.

El pacto

Hola.

Cada vez que nación o individuo alguno hace o quiere hacer alguna atrocidad, siempre lo hace “en nombre de Dios”. Es una práctica que se ha desarrollado durante muchos siglos y que, lejos de disminuir, aumenta la periodicidad con que ésta se justifica. Así también son los priístas (y no sólo ellos, sino en general todos los traidores), quienes en nombre de “México” o de la “Patria”, preparan sus tropelías con los que engañan al Pueblo para después, como es costumbre, traicionarlo.

Así, en los días pasados, tres de los principales partidos políticos firmaron en denominado Pacto por México, el cual regaló una fotografía a Enrique Peña Nieto como cualquiera que hubiera envidiado Calderón durante 6 años.

Sin embargo, más allá de la fotografía, lo cierto es que ese acto selló el triunvirato totalitario PRIANPeRreDista, pues mediante la coptación de la “izquierda moderna”, la “izquierda moderada”, o dicho con todas sus letras: la izquierda entreguista y simuladora, consiguieron la garantía de contar con una fuerza absoluta e inmoderada en el Congreso de la Unión, para que las contrarreformas de Peña Nieto sean aprobadas sin sufrir rasguño alguno.

Así, la agenda de Washington está asegurada. El moribundo neoliberalismo tiene una dosis de oxígeno y electroshocks, el cual resultará en una aprobación segura de las contrarreformas fiscal (la cual aumentará el IVA del 16 al 21%, además de que gravará alimentos, medicinas, educación y libros), la energética (la cual probablemente no privatice a PEMEX como empresa, pero sí el producto que procesa PEMEX, que es el petróleo), la educativa (en la cual está en riesgo los contenidos de la educación a nivel básico, la privatización simulada de la educación pública básica, y la privatización y desmembramiento de los grandes centros de estudio, como el IPN y la UNAM), y la de salud (en la cual se desmantelarán los servicios públicos de salud y se privatizará el IMSS y el ISSSTE).

La resistencia y oposición que había en el Congreso quedará minimizada, aislada y finalmente anulada. Muy poco podrán hacer los pocos legisladores que, haciendo dignidad a su cargo, manifestarán su rechazo a dichas medidas políticas y económicas, y sucumbirán ante el embate mayoritario y aplastante de los muy sonrientes firmantes del Pacto por México.

A los firmantes poco les importó las consecuencias que traerán sus actos. Cristina Díaz, en plena representación del Partido de Estado; Gustavo Madero, queriendo rescatar lo poco que ya queda de su partido, aspirando que ésta fallida alianza le ayude a reconstruir y recomponer al PAN; y Jesús Zambrano, actuando a motu propio, y entregando a la izquierda como lo hizo Talamantes en 1989 en el pacto firmado con Carlos Salinas de Gortari entre PRI, PAN y PFCRN.

Vienen tiempos difíciles, sobre todo porque (como mencioné antes) los atropellos que realizarán al Pueblo serán “en nombre de México”, apoyados por el poder mediático del duopolio televisivo Televisa-Azteca, donde la farsa democrática se ha descubierto de capa y ha destapado cínicamente el totalitarismo que han legitimado las principales fuerzas políticas “opositoras”.

El camino ya ha sido recorrido antes (por Hitler), y también está marcado: después de ésto, seguirá el control sobre los gobernadores, los cuales serán coptados con canonjías o sustituídos conforme a los intereses oficiales; los líderes sindicales, sustituídos y sumisos ante el poder;  posteriormente, los partidos entreguistas comenzarán a fusionarse y/o disolverse, y finalmente vendrá el poder casi absoluto, con sólo una oposición real: MORENA.

De no aprender de los errores del pasado, corremos un grave riesgo de repetirlos en nuestra tierra y con nuestra gente. Claro, todo ésto “por México”, “por el bien de la patria”, y “en nombre de Dios”.

Saludos. Dejen comentarios.