Deforma energética

Hola.

Dice la Real Academia Española, que deformar es hacer que algo pierda su forma regular o natural. También lo define como tergiversar, siendo esto dar una interpretación forzada o errónea a palabras o acontecimientos.

En el Congreso Mexicano, desde hace algunos sexenios, y aceleradamente durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, no se ha hecho otra cosa que no sea deformar. ¿Y qué deforman nuestros legisladores? Leyes, con el pretexto de reformarlas.

Las reformas neoliberales que han sido impulsadas en los últimos casi 35 años no responden al interés general, a lo que necesidades requeridas por el Pueblo (que representa la mayor parte de éste país). Las leyes han sido rediseñadas conforme al interés de una clase empresarial y política (definida como oligarquía), cuyos intereses representan los de ellos mismos y no los de la mayoría de la población.

Para tal efecto, se han posesionado y secuestrado al gobierno. Mediante una simulación democrática, han logrado controlar al representante del Poder Ejecutivo y su gabinete, han insertado legisladores para modificar las leyes conforme a sus intereses, han logrado generar un clima de impunidad avalado por jueces y magistrados, han controlado la dirigencia de los principales partidos políticos, y han manipulado a la población mediante los medios de comunicación para que exista un respaldo popular a sus agravios.

El paquete de reformas estructurales (que muchas veces se ha insistido en este blog que provienen de cartas-intención con el Fondo Monetario Internacional [FMI], el Banco Mundial [BM], la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OCDE] y otros organismos) que ha presentado Enrique Peña Nieto, y que un Congreso maniatado, sometido y timorato ante la figura presidencial ha aprobado sin discusión alguna, no son otra cosa que deformas o, dicho de forma correcta, deformaciones.

La deforma laboral ha sepultado los derechos laborales y el espíritu del artículo 123 por los que se luchó durante mucho tiempo; la deforma educativa ha terminado con la responsabilidad del Estado en la educación pública, laica, gratuita y de calidad, y el espíritu del artículo 3°; la deformación del artículo 130 terminó con el Estado Laico; la deforma financiera ha legalizado el embargo, la retención de sueldos y salarios en caso de deudas por créditos, y la pena corporal (cárcel); la deforma en telecomunicaciones fortaleció a Televisa como monopolio y empresa predominante en el sector, legalizó el espionaje que era hecho ilegalmente por el Estado Mexicano, y permitió la entrada de capital extranjero al negocio de la Radio y TV, antes prohibido; la deforma hacendaria homologó el IVA en la frontera, y legalizó los gasolinazos e, incluso, los intensificó.

Dicho sea de paso, además, que los gasolinazos es una medida impuesta desde el gobierno de Felipe Calderón con el fin de homologar el precio de la gasolina mexicana con el internacional, con el fin de que, una vez que las empresas trasnacionales (como Shell, Exxon, Chevron y Texaco) lleguen al país y abran sus gasolineras, puedan competir contra PEMEX (pues de mantenerse el precio bajo, como era antes, no podrían hacerlo).

Nadie duda hoy que estas deformas fueron realizadas para beneficiar intereses económicos muy poderosos, principalmente extranjeros, y que el Gobierno Mexicano trabaja más como un lobby empresarial que como una entidad dedicada a proteger y priorizar los intereses de sus gobernados.

Pero sin duda, y aún con las graves consecuencias que tienen la deformación de las leyes antes mencionadas, la más grave es la deforma energética.

La madre de todas las reformas, como la han calificado Peña Nieto y su gabinete, es la reforma energética, que en los días pasados ha sido aprobada e impuesta por el Congreso de la Unión por el PRI, en complicidad con el PAN, el PVEM, el PANAL, y con la oposición bipolar voluble simulada del PRD.

Se ha modificado la Constitución en sus artículos 25, 27 y 28 para permitir la inversión extranjera en el sector energético (eso si, repitiendo hasta el cansancio que el petróleo seguirá siendo de la nación, aunque no dicen que en el subsuelo y que, una vez que salga de él, se perderá la propiedad por completo). En las leyes secundarias, han violado por completo el espíritu constitucionalista del artículo 27 y del Decreto de Expropiación Petrolera del General Lázaro Cárdenas, y han puesto y generado las reglas a modo para el capital trasnacional petrolero.

Las nuevas leyes permiten el despojo de las tierras por parte de las empresas trasnacionales para la búsqueda y extracción de petróleo, avaladas por el Gobierno bajo el concepto de “utilidad pública” pero para beneficio privado; no se especifican las tasas de impuestos conforme a los márgenes de utilidad de las empresas extractoras; tampoco existen regulaciones para evitar catástrofes medioambientales que pudieran existir derivado de los procedimientos poco ortodoxos que las empresas petroleras trasnacionales utilizan para obtener el producto (véase el caso Chevron en Ecuador, o el caso Shell en Nigeria) y, finalmente, dejan en un futuro incierto nuestro futuro económico y nuestra viabilidad como nación independiente, convirtiéndonos en tierra de nadie (casi literalmente).

En pocas palabras, la reforma energética da todas las garantías necesarias y no necesarias al capital extranjero trasnacional, y deja sin garantías y en absoluta indefensión a la población en general.

Ningún llamado será atendido. Peña Nieto está pagando con creces a quienes le financiaron su campaña presidencial y aseguraron el regreso del PRI a los Pinos. El PRI está subordinado a los grandes organismos financieros. Penchyna y compañía están entregados a las grandes corporaciones trasnacionales.

La instauración de la corpocracia mexicana es un hecho, acompañada de una oligarquía rapaz y dominante. Felicitemos pues, a aquellos que vendieron el país a cambio de una despensa Soriana, de souvenires del candidato presidencial priísta, de materiales de construcción, de la promesa de un cargo en el gobierno, o de quienes, en medio de su estupidez infinita, no sabían lo que hacían o por quién votaban, pues era más fácil creerle a Televisa, que informarse de lo que había detrás del hombre que, sin remordimientos y tal cual psicópata, ha desgraciado la vida de muchas generaciones hacia adelante.

Estamos en el punto de no retorno. El daño al país está hecho. Y costará muchos años y generaciones revertir el actual proceso de descomposición política, social y económica que está culminando. Que Dios (si existe) nos agarre confesados, porque nos va a cargar el payaso.

Saludos. Dejen comentarios.

El complot

Hola.

En 2002 en Venezuela, donde un grupo de la oligarquía venezolana conformado por FEDECÁMARAS, Empresas Polar, Radio Caracas Televisión (RCTV), Venevisión, Globovisión, y funcionarios de las embajadas de USA y España en dicho país, impulsaron un gran golpe de Estado en contra del presidente Hugo Chávez, acompañado de una gran manipulación mediática internacional encabezada por CNN, y replicada por distintos medios de comunicación afines a lo largo y ancho del mundo. El golpe fracasó, pero no así la intencionalidad.

Después de esto, Hugo Chávez se enfocó en profundizar el Socialismo del Siglo XXI, obteniendo un gran apoyo y respaldo popular (que ya tenía cuando fue conspirado el golpe de Estado), y que le permitió reelegirse como presidente en 2007 y 2013, marcando un gran precedente de respaldo a la Revolución Bolivariana. En 2013, víctima de un cáncer muy agresivo, Hugo Chávez falleció, no sin antes indicar que su sucesor debía ser Nicolás Maduro, entonces vicepresidente de Venezuela. Con todo el respaldo del PSUV, Maduro ganó la elección presidencial por un estrecho margen. Henrique Capriles, candidato opositor de la derecha, desde la campaña y después, existía el interés por parte de la derecha venezolana de desestabilizar al gobierno en turno.

El pasado 12 de febrero, manifestaciones en contra de la inseguridad en distintos estados de Venezuela terminaron con un saldo de tres muertos. Desde entonces, existe una gran campaña mediática impulsada por CNN (televisora estadounidense) y NTN 24 (televisora colombiana) generando un ambiente de agitación encabezado por Leopoldo López, acompañado de bots en redes sociales impulsando un “gran movimiento” en contra del régimen “dictatorial” y “autoritario” de Nicolás Maduro.

Sin embargo, fotografías de supuestos estudiantes aprehendidos en las calles de Caracas vislumbran la posibilidad de halcones infiltrados desde la primera manifestación y no sería descartable que estos mismos halcones hayan sido los autores de los asesinatos a estudiantes. Más aún, después de que fue revelado por parte del gobierno venezolano que estos halcones fueron entrenados en México, en un plan llamado Fiesta Mexicana, a lo cual el gobierno mexicano ha guardado silencio. No es descartable esta hipótesis, ya que existen precedentes de injerencismo (sobre todo de USA) mediante el Plan Cóndor en América del Sur en la década de los 60’s, 70’s y 80’s, y cuyos desestabilizadores eran entrenados en la llamada Escuela de las Américas, que en ese momento tenía sede en las cercanías del Canal de Panamá, en la cual la CIA (Central de Inteligencia Americana) era la encargada de reclutar, entrenar y fijar objetivos, y que distintos personajes latinoamericanos fueron partícipes (incluídos presidentes surgidos de golpes de Estado militares).

En este sentido, cabe señalar que Venezuela no es el único país que se ha visto sujeto a desestabilización política por parte de intereses ajenos, que apuntan directamente a USA por medio de su brazo ejecutor tradicional: la CIA. Aunque pareciera que son hechos e incidentes aislados y locales, Ucrania y Brasil han compartido (junto con Venezuela) manifestaciones en contra del gobierno en turno exigiendo cosas distintas.

Si bien es cierto que existen problemas en los países antes mencionados, tampoco podemos ser ilusos y no observar que estos brotes “espontáneos” tienen un patrón común y modus operandi de estas manifestaciones: gobiernos emanados de la Izquierda; hechos violentos en la primera de las marchas que desencadenan en muertos, con la participación de mercenarios infiltrados y entrenados, después de lo cual se convocan a manifestaciones más y más numerosas que suelen terminar en disturbios (quema de negocios y automóviles, enfrentamientos muy violentos con la policía), que desencadenan en represión y van haciendo subir más la tensión social y encienden los ánimos, convirtiéndose en un círculo vicioso.

En Ucrania el pretexto fue la negativa a incorporarse a la Unión Europea (contraviniendo los intereses de los propios europeos y USA, quienes ven un riesgo en la conformación de la Unión Euroasiática como un bloque económico antagonista); en Brasil el pretexto fue un tanto ridículo: la celebración de la Copa Mundial de Futbol de la FIFA en 2014; y en Venezuela la inseguridad. Y si observamos la primavera árabe de 2011, encontraremos un factor en común: la desestabilización de gobiernos no afines a los intereses estadounidenses y europeos.

Así, en Libia (a partir de “manifestaciones estudiantiles pacíficas”) se gestó una invasión que terminó con el régimen de Muammar Al Gaddafi (que también socavó uno de los mayores índices de bienestar que existía en el mundo) por el petróleo. En Siria, la lucha entre el gobierno de Bashar Al Assad y los mercenarios de la CIA ha cumplido ya dos años, y es también por petróleo y gas natural. En Ucrania, es por la incorporación a la Unión Europea, de la cual muchos saldrían beneficiados (menos los ucranianos, por supuesto). En Brasil, el trasfondo real es desmoronar el BRICS (bloque económico que hace un contrapeso real a la Unión Europea y a USA). Y en Venezuela, es el petróleo y la influencia política actual en la región.

La situación estratégica actual que tienen Brasil y Venezuela respecto a América Latina y su injerencia en el actual cambio de paradigma en el continente es crucial. Y para esto, USA le ha apostado a gobiernos títeres como el de Enrique Peña Nieto en México, Santos en Colombia, o Piñera en Chile (régimen a punto de terminar), que más allá de realizar reformas estructurales a modo de los intereses estadounidenses y europeos, representan un ariete en su contraofensiva contra los gobiernos de Izquierda y que ya no se sujetan a los designios y mandatos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Así, el golpe de Estado denunciado por Nicolás Maduro en Venezuela no es otra cosa que un complot orquestado desde USA y la operación de la CIA para cambiar al régimen, y someter nuevamente a la región a sus propios intereses. Así, solo queda esperar que el Pueblo, al igual que con Chávez, responda y respalde a su presidente y a su gobierno. De lo contrario, Venezuela y América Latina volverán al letargo y atraso en el que tantos años tuvo USA a la región, tal cual lo está haciendo hoy con México.

Saludos. Dejen comentarios.

Consumatum Est

Si eres neutral en situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor
Desmond Tutu

La imposición se ha consumado.

Quien crea que Enrique Peña Nieto no fue una imposición, es porque no ve lo evidente: 5 millones de votos comprados mediante despensas, tarjetas Soriana, material de construcción, gallinas, patos, becerros, enseres, dinero en efectivo, y un innumerable etcétera.

No puede existir una verdadera democracia ignorando lo anterior, puesto que al ser comprado, vendido, coaccionado o amenazado el voto, no es un voto que se realiza bajo una de las premisas básicas de la democracia, que es la libertad de consciencia para votar por quien deseas, quieras, simpatizas, o piensas que puede llevar a tu país a buen puerto.

Enrique Peña Nieto no actuó solo. Es sólo el títere del titiritero que baila al ritmo que marca la mano que mece la cuna.

El titiritero son aquellos visibles que lo rodean: Luis Videgaray, Carlos Salinas de Gortari, el PRI, Elba Esther, el duopolio Televisa-Azteca, el Consejo Coordinador Empresarial, los 30 grandes oligarcas que dominan y mandan en éste país.

La mano que mece la cuna es peor, pues es invisible y más devastadora: empresas trasnacionales de todo tipo (Coca-Cola, Nestlé, Monsalvo, Danone, Kimberly-Clark, Blackberry, y otro sinfín etcétera); grandes petroleras (Exxon, Shell, Mobil, Chevron, Texaco, British Petroleum); consorcios mediáticos (Televisa Networks, Disney, News Corporation, Time-Warner, NBC-Universal, Fox, CBS); gobiernos nacionales, sobre todo del G-8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia).

Y finalmente, el cuerpo de la mano que mece la cuna: el Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral, el Vaticano, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Organización Mundial del Comercio (OMC), Foro Económico Mundial (Davos World Economic Forum), Buró Federal de Investigación (FBI), Agencia Central de Inteligencia, (CIA), Comisión Europea, bancos centrales.

Los mecanismos son evidentes: la política económica neoliberal, reformas y ajustes estructurales, cartas-intención, créditos impagables, pandemias, sanciones económicas, provocadores, intervenciones, guerrillas subvencionadas, grupos de mercenarios, invasiones, delitos de lesa humanidad.

¿Cómo lo hacen? Creando gobiernos a modo: dictaduras, gobiernos-satélite, golpes de estado, derrocamientos, apoyo irrestricto a candidatos de la derecha, mediocracia, telecracia, imposiciones, fraudes electorales.

Por eso, quien crea que Enrique Peña Nieto no fue imposición, es porque no ve lo evidente.

La imposición se ha consumado.

La nueva Guerra Fría o Paz Armada

Hola.

Al concluir la Segunda Guerra Mundial, y tras la repartición del mundo y el rediseño de la geopolítica mundial entre Harry S. Truman, Churchill y Stalin, el mundo entró en una etapa muy larga y tensa denominada Guerra Fría, donde había una confrontación directa entre USA y la URSS, los primeros lidereando el Bloque Capitalista u Occidental con su brazo militar, la OTAN, y los segundos lidereando el Bloque Socialista u Oriental, unidos mediante el Pacto de Varsovia.

Ésta Guerra Fría casi llevó al mundo a una Guerra Mundial en 1962 (hace escazamente un mes se cumplieron 50 años de éste acontecimiento), y gracias al oficio político de Krushev (más que de Kennedy) es por lo que aquí estamos el día de hoy.

Muchos acontecimientos, entre los que estuvieron involucrados Margaret Tatcher, Ronald Reagan, George Bush, Mikhail Gorvachev, Karol Wojtyla (si, efectivamente, el Papa Juan Pablo II), entre muchos otros actores y sucesos, ocasionaron la caída del Muro de Berlin, colapsara la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y se proclamara anticipadamente el “fin de la Historia” al mismo tiempo que la Guerra Fría finalizaba, y promocionaban al Capitalismo como el sistema económico triunfante, dejando el camino libre a las reformas estructurales y a la instauración y profundización del neoliberalismo como doctrina casi religiosa.

20 años después, y aunque los historiadores no lo mencionen (o no lo acepten), estamos entrando a en un nuevo periodo, el cual podría ubicar que comenzó el 11 de Septiembre de 2001, pero que comenzó a manifestarse claramente meses antes que USA invadiera Libia, en 2011.

A diferencia de la Guerra Fría, en ésta las condiciones han cambiado y, hasta cierto punto, los bloques están más equilibrados que antes (cabe señalar que no estamos etiquetando aquí a “buenos” o “malos”, a “terroristas” y “no terroristas”, sino únicamente es un análisis geopolítico actual). Los bloques se encuentran perfectamente definidos:

  • Bloque occidental: Encabezado por USA e Israel, apoyado por Gran Bretaña, Francia, España, Alemania, Italia, Suecia, Turquía, Arabia Saudí, Jordania, Qatar, Oman, Yemen, Egipto, Afganistán, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda, Micronesia, Palau, Islas Marshall, Canadá, México, Panamá, Colombia y Chile, entre otros.
  • Bloque oriental: Encabezado por Rusia y China, apoyado por Ucrania, Bielorrusia, Líbano, Siria, Irán, Pakistán, India, Corea del Norte, Vietnam, Singapur, Malasia, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Argentina, entre otros.

Sin embargo, en este nuevo periodo hay disputas y enfrentamientos por territorios y recursos naturales, de la misma forma en que lo hubo en la Guerra Fría. Mientras que en la Guerra Fría tuvimos la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Crisis de los Misiles, la Guerra de los Seis Días, la Guerra Irán-Irak, o la I Guerra del Golfo, en este nuevo periodo histórico hemos tenido la Invasión de Afganistán, II Guerra del Golfo, o la Invasión de Libia.

Sin embargo, lo cierto es que cada vez más comienza a sentirse la misma tensión mundial que se sentía hace 25 ó 30 años. También es cierto que tantos frentes no se encontraban tan tensos desde hacía muchos años. Las tensiones USA-Rusia por el Escudo Antimisiles Euroamericano instalado en Europa no se veían desde los mejores años de la Guerra Fría. También, la tensión fronteriza Turquía-Siria (provocada por la OTAN), las tensiones Israel-Siria, Israel-Irán, Israel-Palestina, Irán-USA, Japón-China y Corea del Norte-Corea del Sur, nos dejan ver que, en el mejor de los escenarios, estamos ante una Segunda Guerra Fría (en el mejor de los casos), o bien en una nueva Paz Armada, que sería la antesala de un gran conflicto mundial: la Tercera Guerra Mundial.

Mientras son peras o manzanas, lo cierto es que la polarización del mundo es ya alarmante. La crisis económica mundial está acelerando éste proceso, sumado a la gran tensión que existe dentro de los propios países europeos debido a los “ajustes estructurales” (recortes y austeridad) promovidos por la Troika en toda Europa (FMI, BM y BCE), y que está orillando a USA y Europa a inclinarse por continuar la política de invasiones y guerras para intentar “recuperar la economía”.

Así, nos enfrentamos a un nuevo escenario en el que ya hemos vivido antes. Falta ver si, como en el primero, logramos sobrevivir a esa tensión permanente, o bien la Humanidad está en el umbral de su extinción final.

Saludos. Dejen comentarios.

El destino final

Hola.

El día de hoy fue aprobada la Reforma Laboral de Calderón en la Cámara de Diputados, con una alianza final del PRIAN (y donde Acción Nacional traicionó al PRD, con quien se había comprometido a frenar las iniciativas retrógradas priístas), y con la cual, dadas las cosas, será también aprobada en el Senado de la República.

Ya lo he dicho en otras ocasiones que éstas reformas no responden ni siquiera a una iniciativa de Peña Nieto al respecto (incluso, dudo que Peña Nieto tenga iniciativa para algo, pero eso es otra cosa), sino que responden a una serie de reformas estructurales redactadas y dictadas desde Washington, consensadas por el G-8, y puestas en práctica por el G-20, cuyo fin último es la profundización del modelo económico neoliberal y del sistema capitalista, no importando las consecuencias de sus imposiciones. Sin embargo, ésta contrarreforma laboral no es la única ley que deberá ser aprobada dentro del paquete de reformas estructurales. Ya se vislumbra en el horizonte por lo menos dos más: la reforma fiscal, y la reforma energética.

La reforma fiscal que Peña Nieto estaría enviando al Congreso durante el próximo periodo de sesiones tiene como fin último gravar todos los productos (incluyendo alimentos, medicinas, libros y educación, que actualmente están exentos) con el IVA (Impuesto al Valor Agregado). En días anteriores, José Ángel Gurría -Secretario General de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y que también es ex-Secretario de Hacienda del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, o sea, priísta- “recomendó” al gobierno de Peña Nieto homologar el IVA al 19% “general, sin excepciones, sin tasa cero y sin diferencias en las fronteras” (Recomienda OCDE a gobierno de Peña homologar IVA a 19%. Martes 06 de Noviembre de 2012. http://redaccion.xhglc.com.mx/?p=6830).

Sin embargo, existe información de que ésta cifra sería el aumento conservador, por decirlo de alguna forma, porque existen especialistas (y López Obrador) que dicen que la meta es subirlo y homologarlo al 22%. Ésto, aunado a la pérdida anual del poder adquisitivo de los trabajadores en cuanto al salario mínimo, sumado con la reforma laboral recién aprobada, sería un desastre.

Por otra parte, la reforma energética que también estará presentando Peña Nieto ante el Congreso es tramposa y engañosa. Se maneja el doble discurso de no privatizar PEMEX (como empresa), pero se pone a disposición de las trasnacionales el petróleo (es decir, el producto que trabaja PEMEX en sus diferentes formas: exploración, perforación, extracción, procesamiento y distribución) y la renta petrolera (es decir, las ganancias del producto petrolero), en una clara y absoluta privatización.

De nada le sirven a la nación tener una red de gasolineras que están concesionadas y que lo único que pertenece a PEMEX es la imagen corporativa (pues la venta de las gasolinas las obtienen los concesionarios y no PEMEX), así como tampoco servirá de nada tener la rectoría sobre un montón de instalaciones, fierros, líderes sindicales y trabajadores cuando lo que debería generar PEMEX, que (vuelvo a repetir) es la exploración, perforación, extracción, procesamiento y distribución no lo va a hacer, y se quedará parte del producto en manos de Shell, Exxon, Mobil, Chevron, Texaco, British Petroleum, y demás empresas petroleras voraces.

Éstas contrarreformas (desde mi punto de vista) pasarán sin problemas, pues habrá manifestaciones en las calles, pero no contundentes, la sociedad en general no se movilizará, e incluso compartirán la idea de que así tiene que ser. La muestra me la han dado dos situaciones: la venta del voto y la votación a favor de Enrique Peña Nieto (para lo cual la memoria histórica no fue un factor de cambio), y la casi nula movilización de la sociedad civil ante la aprobación de una reforma laboral que afectaba sus intereses directos, y ante la cual no hubo la respuesta que tendría que existir.

Yo no soy de los optimistas que espera en que el Pueblo reaccione en éste momento, dado que si no reaccionó con los dos hechos mencionados anteriormente, no hay razón por la que ahora lo haga.

El destino final, sin duda será el parecido al de Argentina en 2001, donde en ése momento las contrarreformas neoliberales y las recetas dictadas desde el exterior (Washington, en concreto) y que llegaban con recomendaciones vía el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se hicieron insostenibles, entonces la economía se cayó, y fue hasta ese momento (cuando los argentinos ya habían perdido todo, y no tenían ni para comer) que entonces reaccionaron, cambiaron el gobierno, la clase política y la política económica, y entonces comenzaron una espiral cuesta arriba. Yo espero que ese sea el mejor escenario para México.

El otro es mucho peor, y es parecido al caso chileno, donde lograron deponer al dictador Pinochet después de muchos muertos, pero jamás cambiaron la política económica, pese al cambio de gobierno y de clase política. Y una nueva generación les ha venido a enseñar a luchar a aquellos adultos que se conformaron con sólo la alternancia en el poder. Sin embargo, la lucha que ha dado ésta nueva generación en Chile no ha conseguido ablandar, en lo más mínimo, al modelo neoliberal enquistado, en gran parte por el origen de Piñera, pero en gran parte también porque esa socialdemocracia que gobernó con Bachelet no hizo los cambios necesarios que necesitaba el país porque no se atrevieron, o porque así les convenía.

De ser el segundo escenario para México, tendrá que pasar mucho tiempo antes de que las cosas verdaderamente cambien. Pero, para entonces, quien sabe si México siga existiendo como país soberano, si seamos un protectorado más, una colonia formalmente reconocida, o bien un estado más de el país de las estrellas.

Saludos. Dejen comentarios.

La crisis de la crisis

Hola.

Desde que tengo memoria, siempre he oído de la crisis. Y también, de los remedios para salir de la crisis. No obstante con ello, también he oído a los valientes que aseguran que nos van a sacar de la crisis. Pero la crisis sigue ahí. No se ha ido. Pareciera que llegó para quedarse. Y por si fuera poco, desde hace algunos años comenzó la crisis de la crisis, que amenaza con profundizarse, y que podría traer una crisis aún mayor (por si ésto fuera poco).

Pues aunque parezca un juego de palabras y que quiero confundir al lector, es más claro que el agua lo que menciono. La actual crisis aseguran que comenzó en 2008, con la crisis inmobiliaria en USA. Sin embargo, proviene desde finales de los 70’s y principios de los 80’s, años en que comienzan a aplicarse las doctrinas neoliberales.

Sin embargo, no sólo es la política económica. Es también la élite mundial, la oligarquía que aseguran no existe, pero que está conformada por grandes banqueros, empresas trasnacionales, magnates, medios de comunicación,  monopolios, duopolios, oligopolios, y todo aquello que tiene forma de acumular el capital. Para ésto, tiene a sus títeres (políticos ambiciosos y rapaces), los cuales son utilizados y encumbrados para seguir reproduciendo el sistema, para continuar el mismo régimen de corrupción y privilegios, los cuales están encargados de continuar aplicando la misma política económica, asegurando la sobreviviencia del moribundo modelo económico neoliberal, y perpetuando lo más posible el sistema capitalista, el cual se encuentra en su fase terminal, pero que continúan dándole vida artificial, mediante mecanismos que en algún momento se habrán de acabar.

Así, en los días pasados vivimos la imposición de una contrarreforma laboral que atenta contra los derechos de los trabajadores , los cuales han sido reducidos drásticamente (pago por hora, outsourcing, reducción o eliminación de seguridad social, así como del pago de prestaciones, eliminación de la antigüedad, reducción de salarios caídos por despido injustificado a sólo un año, contrato de prueba, etc.), y que han instaurado una forma moderna de esclavización, pero con una agravante de pauperización del trabajador y de sobrevivencia en la miseria, sin responsabilidad para el patrón.

Recordemos que en el esclavismo (en Roma, particularmente, pero así en otras sociedades) el esclavo vivía bajo la tutela del patrón que, si, lo azotaba y lo trataba mal (ahora el patrón no azota al trabajador, pero igual lo trata mal), pero el patrón tenía la responsabilidad de darle al esclavo casa, vestido y alimentación. En el actual esquema obrero-esclavista, no existe responsabilidad del patrón para mantener al esclavo.

Sin embargo, aunque pareciera que es un fenómeno único en México la contrarreforma laboral, se está aplicando también en otros países. Por ejemplo, en España algunos aspectos que contiene la nueva ley laboral son el impulso a los convenios y los pactos de empresa; limitó a un año la prórroga de los convenios caducados, hasta entonces indefinida; y facilitó los descuelgues salariales para las empresas.

En los días pasados, en Gran Bretaña (cuna del Capitalismo), el político conservador y Ministro de Hacienda George Osborne (descendiente y parte, por cierto, de la vieja aristocracia anglo-irlandesa), hizo un parafraseo de pésimo gusto de Marx, al exclamar ¡Trabajadores del mundo, únanse… y cedan sus derechos! ¡Naciones del mundo, únanse… y cedan su soberanía!. Resulta que éste pillo burgués imperialista está proponiendo una contrarreforma laboral a partir de abril de 2013 que dé a los trabajadores participaciones entre 2,000 y 25,000 libras, a cambio de ceder sus derechos  a la reclamación por despido improcedente, así como olvidarse del finiquito si la empresa quiebra, o a solicitar un horario flexible para ocupar tiempo para entrenamiento.

Así, queda en evidencia que no es realidad única lo que estamos viviendo en México, sino que son realidades simultáneas en diversas partes del mundo. Son políticas dictadas desde Washington, presentadas ante el G-8, avaladas por el G-20, e impuestas (por las buenas o por las malas) a los países del mundo que se dejan vía Fondo Monetario Internacional o Banco Mundial. Y estas políticas son encaminadas para intentar revivir al moribundo monstruo capitalista, eliminando por la vía de la “austeridad” derechos y servicios sociales y públicos, con el único fin de que los beneficiados del sistema puedan seguir obteniendo los mismos márgenes de ganancia sin importarles el sacrificio que hagan los demás.

Eso explica también, en gran medida, las promesas que como agente inmobiliario realiza Enrique Peña Nieto en su gira por Europa para vender el petróleo y que, dicho sea de paso, para ésto fue encumbrado por Televisa y la oligarquía, comprado la elección e impuesto al Pueblo.

La contrarreforma energética que tanto ha anunciado Peña Nieto (y que incluso, desde la misma campaña mencionó en varias ocasiones) busca la privatización no de PEMEX ni de la empresa PEMEX, sino del producto que extrae, industrializa y comercia PEMEX: el petróleo. PEMEX puede y seguirá siendo una empresa mexicana, y con esa trampa venderán (en el mejor de los casos) o regalarán el petróleo a las naciones extranjeras (USA, Canadá, Reino Unido, Francia y España) vía sus empresas trasnacionales: Exxon-Mobil, Shell, Chevron-Texaco, British Petroleum, Repsol, entre otras.

Sin embargo, esa contrarreforma energética es sólo una parte del gran iceberg de éstos países (principalmente, pero no son los únicos) de obtener el mayor botín posible en la obtención de los recursos energéticos, utilizando a políticos inútiles como Peña Nieto que deciden acatar sin chistar la agenda de Washington y al pie de la letra. Sin embargo, para los países opositores, o cuyos intereses no coinciden con los de las grandes potencias, son “liberados del terrible yugo dictatorial antidemocrático de dichos países”(invasiones vía la OTAN, como en el caso Afganistán en 2001, o Irak en 2003), o bien armando guerrillas de mercenarios pagadas desde los grandes centros de poder, y utilizados como pretextos para invadir y “ayudar a la liberación” de dichos países (como Libia en 2011, o próximamente Irán y Siria) ayudados, por supuesto, por las grandes cadenas y consorcios de medios de comunicación privados alrededor del globo (Fox, CNN, Televisa, TV Azteca, Globovisión, Galavisión, Telefé, El Clarín, Grupo PRISA, El País, etc.)

Esa era precisamente la importancia geopolítica de la elección venezolana del pasado domingo 7 de octubre, y su importancia en el futuro de la región: éste ejercicio y el reacomodo en la correlación de fuerzas con respecto a los centros de poder y al dominio de los recursos energéticos del Sur. La victoria de Hugo Chávez permite que ese conjunto de fuerzas que han logrado decidir su propio destino pueda realizar un desarrollo de adentro hacia afuera (y no al revés, como se venía haciendo, o como México lo sigue haciendo).

Así, mientras no exista en México un gobierno que privilegie nuestras prioridades por encima de las de Washington, seguiremos sumidos en la crisis de la crisis, sumiéndonos en ese deterioro social y cultural que cada vez más parece profundizarse, y del que resultará más difícil salir. De ésta forma, apreciamos la crisis en la política, en la economía, en la sociedad, en la cultura, en los medios de comunicación, en la televisión, en la programación de la propia televisión… ¡hasta en el futbol! existe una crisis, un deterioro, una mediocridad y, a la vez, una superficialidad que son transmitidas, y que cada vez más son interiorizadas en el mexicano como algo natural y espontáneo.

Finalmente, mientras la oligarquía y los beneficiados del régimen mantengan apacientadas a los borregos, podrán seguir beneficiándose y obteniendo los privilegios de los que jamás habrán de saciarse. Finalmente, citando a George Orwell, en nuestra democracia tiránica “todos los animales son iguales, pero hay unos animales más iguales que otros”.

Saludos. Dejen comentarios.