Comportamiento y desempeño

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Hola.

El día de ayer se llevó a cabo el primero de los dos debates presidenciales. Más allá de lo que se ha publicado en torno a quién ganó y perdió el debate, me centraré en dos hechos que al parecer confunden a la opinión pública: el comportamiento y el desempeño de los candidatos.

Al respecto, primero debo explicar cada uno de éstos conceptos. Según la RAE, comportamiento es conducirse. El desempeño, por su parte, es cumplir las obligaciones inherentes a una profesión, cargo u oficio; ejercerlos, ó también sacar a alguien airoso del empeño o lance en que se hallaba. Una vez aclarado ésto, podemos analizar el debate a partir de dos aristas distintas.

En cuanto al comportamiento, podemos decir (con todos sus asegunes) que Quadri fue el mejor en este rubro. ¿Porqué decimos eso? Porque Quadri fue el único que siguió el guión del formato preestablecido del debate. Sin embargo, que haya tenido el mejor comportamiento no quiere decir que ganó el debate, ni mucho menos que tuvo las mejores propuestas.

Antes de tomar una decisión tan importante como lo es el voto, hay que tener en cuenta todos los factores, o los más posibles, incluyendo los antecedentes. Recordemos que el PANAL es un partido creado por Elba Esther Gordillo, y Quadri un engendro suyo. Las únicas propuestas que hizo fueron privatizar, privatizar y privatizar. En el rubro económico habló de crear una economía de libre mercado, dejando de lado la propiedad estatal y la propiedad social, algo que rompería por completo las formas de interrelación social que coexisten en México desde hace cientos de años.

La privatización de PEMEX (de la que habla sin tapujos) y de todo lo que pueda no es otra cosa que convertir al país en México, S.A. de C.V., es decir, que el que tenga mayor cantidad de dinero sea el que tenga más acciones o, dicho de otro modo, el que tenga más dinero será dueño de lo más que pueda.

En cuanto al desempeño, podemos asegurar (sin temor a equivocarnos) que Andrés Manuel López Obrador es el que tuvo el mejor desempeño (y por ende, si hubiera un ganador, sería él), pues apegados a lo simplista de las definiciones que nos da la RAE, AMLO cumplió su objetivo. Exhibió a Enrique Peña Nieto de una forma en la que no se había podido hacer, en gran parte por la campaña mercadológica que trae encima; por la gran protección que realiza Televisa, Milenio y cuantos medios de comunicación pueden hacer (pues es tratado con algodones, y no es tocado ni por el pétalo de una rosa); y por el cerco mediático que existe en contra de AMLO desde 2006.

En éste sentido, aunque AMLO se tardó mucho en salir de la exposición de la mafia que gobierna en México, me parece que la segunda y tercera partes de la exposición (de los cuestionamientos a Peña Nieto y de las propuestas) hicieron que López Obrador se encumbrara como el ganador del debate.

Cabe señalar en México los medios de comunicación han internalizado en el pensamiento de la gente que en los debates presidenciales deben hacerse propuestas y no cuestionamientos, pues ésta es una forma elegante de proteger a aquellos que, como Peña Nieto, tienen cola que les pisen, y la forma en la cual no sean exhibidos es meter en la cabeza de la gente de que los debates no son eso: una oportunidad de desenmascarar a aquellos granujas que aspiran al poder. Sin embargo, ésto es natural en democracias más avanzadas como USA y Europa, donde no sólo se exhiben propuestas de los candidatos, sino también se exhibe el pasado bueno o malo de cada uno de los contendientes.

Más allá de aquellos que se rasgan las vestiduras por la forma que adoptó el debate, lo cierto es que el debate permitió mostrar a los candidatos tal cual son: un Peña corrupto e ineficiente, una Josefina gris y mediocre, un Quadri oportunista y labioso, y un Obrador sincero y con capacidad para gobernar.

Algo que también cabe señalar es que, de inmediato, se hechó a andar una campaña mediática en los medios de comunicación y redes sociales para intentar ocultar lo evidente, en cuanto al papel que Peña Nieto tuvo como gobernante, y la ineficiencia que tendría como Presidente, al ser manipulado por las televisoras y los poderes fácticos de éste país.

Falta mes y medio de campaña. De aquí al 1º de julio pasarán muchas cosas. Sin embargo, López Obrador ha conseguido dar un primer golpe certero, que si bien no fue de knock out, si fue lo suficientemente certero como para enviar a Peña a la lona un par de veces, y quitarle algunos puntos de su preferencia electoral. Falta un segundo round, que se jugará el 10 de junio. Veremos qué pasa entonces.

Saludos. Dejen comentarios.

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